#47 (15) El expreso de Tokio
mayo 29, 2015
Título: El expreso de Tokio
Autor: Seicho Matsumoto
Editorial: Libros del Asteroide
Número de páginas: 220
ISBN: 9788415625544
Sinopsis
Los cadáveres de un oscuro funcionario y de la camarera de un restaurante de Tokio son descubiertos en una playa de la isla de Kyushu. Todo parece indicar que se trata de un caso claro: dos amantes que se han suicidado juntos tomando cianuro. Pero algún detalle extraño llama la atención del inspector Mihara: el difunto se había pasado seis días solo en su hotel y en su bolsillo encontraron un único billete de tren; los amantes no habían viajado juntos. Resulta también que el funcionario trabajaba en un ministerio en el que un escándalo de corrupción está a punto de estallar.
Fuente: Casa del libro
Autor
Seicho Matsumoto (1909-1992) fue un prolífico escritor japonés. Nacido en la ciudad de Kotura, no recibió una educación formal, empezó a trabajar como periodista en "Asahi", uno de los periódicos más importantes de Japón. Comenzó a publicar cuando ya tenía más de cuarenta años, pero su carrera literaria no despegó hasta su segundo libro, cuando recibió el premio Akutagawa por "Historia del diario de Kokura". "El expreso de Tokio" se publicó por entregas en una revista en 1958 y obtuvo un éxito inmediato, su reedición en forma de libro lo convirtió en uno de los mayores best sellers de la posguerra japonesa. Matsumoto recibió alguno de los más prestigiosos premios literarios de su país y está considerado como uno de los principales escritores japoneses de novela negra. Entre su obra destacan: "La voz", "El expreso de Tokio", "El inspector Imanishi investiga" y "Sin ánimo de lucro".
Fuente: Libros del Asteroide
Opinión
"El expreso de Tokio" es una novela corta donde el autor condensa muy bien multitud de acontecimientos e ideas en pocas páginas.
La historia comienza con el hallazgo de dos cuerpos, aparentemente de dos amantes, en la playa; todo apunta a que se han suicidado pero un inspector de policía local, Jutaro Torigai, no queda del todo convencido con esta hipótesis y empieza a investigar la suya propia. Dado que uno de los cadáveres es un funcionario de un ministerio, el caso llega a la Policía Metropolitana de Tokio y el inspector Mihara seguirá el hilo de las pesquisas iniciadas por Torigai para dilucidar si efectivamente fue en suicidio o se trata de algo peor.
La psicología de los personajes no está muy desarrollada, yo diría que todos ellos son bastante planos, lo que da todo el protagonismo a la trama de la novela. El autor desmonta por completo la teoría inicial y arma una nueva a partir de confesiones, datos y suposiciones.
Aunque en algunos momentos he llegado a hacerme un auténtico lío con horarios, fechas y ciudades he disfrutado mucho con la forma de narrar las investigaciones llevadas a cabo. El ritmo que utiliza es trepidante, absorbente, cuando parece que hemos llegado a un callejón sin salida en alguno de los caminos seguidos para descubrir la verdad, el autor da un giro absoluto y consigue enlazar con otros cabos que quedan sueltos hasta conseguir que todo esté en su lugar.
Lo más sorprendente de la novela, que demuestra la genialidad del autor, es que la resolución del caso se basa casi única y exclusivamente en los horarios de los trenes y aviones de la zona con los que hace maravillas, nos va despistando hasta que nos explica lo que ocurrió y cómo ocurrió.
También nos encontramos con una crítica al gobierno japonés, ya que se nos habla de un ministerio X que está envuelto en un asunto de corrupción y parece que la muerte de un funcionario del mismo sea para entorpecer la investigación de dicha corrupción.
En definitiva, me ha gustado mucho la novela y, aunque probablemente no se parezcan en nada, cuando la leía me venían a la cabeza algunas de las novelas de Ágatha Christie, supongo que será por la prosa directa, clara y sencilla que utilizan ambos autores para llevarnos por retorcidos caminos donde no somos capaces de descubrir nada hasta que ellos no deciden contárnoslo.
Esta reseña forma parte del reto de la Yincana Criminal y se corresponde con la semana 5: "Sucedió en Asia, África y Oceanía", viernes: la acción transcurre en Japón o el escritor es japonés.
"El expreso de Tokio" es una novela corta donde el autor condensa muy bien multitud de acontecimientos e ideas en pocas páginas.
La historia comienza con el hallazgo de dos cuerpos, aparentemente de dos amantes, en la playa; todo apunta a que se han suicidado pero un inspector de policía local, Jutaro Torigai, no queda del todo convencido con esta hipótesis y empieza a investigar la suya propia. Dado que uno de los cadáveres es un funcionario de un ministerio, el caso llega a la Policía Metropolitana de Tokio y el inspector Mihara seguirá el hilo de las pesquisas iniciadas por Torigai para dilucidar si efectivamente fue en suicidio o se trata de algo peor.
La psicología de los personajes no está muy desarrollada, yo diría que todos ellos son bastante planos, lo que da todo el protagonismo a la trama de la novela. El autor desmonta por completo la teoría inicial y arma una nueva a partir de confesiones, datos y suposiciones.
Aunque en algunos momentos he llegado a hacerme un auténtico lío con horarios, fechas y ciudades he disfrutado mucho con la forma de narrar las investigaciones llevadas a cabo. El ritmo que utiliza es trepidante, absorbente, cuando parece que hemos llegado a un callejón sin salida en alguno de los caminos seguidos para descubrir la verdad, el autor da un giro absoluto y consigue enlazar con otros cabos que quedan sueltos hasta conseguir que todo esté en su lugar.
Lo más sorprendente de la novela, que demuestra la genialidad del autor, es que la resolución del caso se basa casi única y exclusivamente en los horarios de los trenes y aviones de la zona con los que hace maravillas, nos va despistando hasta que nos explica lo que ocurrió y cómo ocurrió.
También nos encontramos con una crítica al gobierno japonés, ya que se nos habla de un ministerio X que está envuelto en un asunto de corrupción y parece que la muerte de un funcionario del mismo sea para entorpecer la investigación de dicha corrupción.
En definitiva, me ha gustado mucho la novela y, aunque probablemente no se parezcan en nada, cuando la leía me venían a la cabeza algunas de las novelas de Ágatha Christie, supongo que será por la prosa directa, clara y sencilla que utilizan ambos autores para llevarnos por retorcidos caminos donde no somos capaces de descubrir nada hasta que ellos no deciden contárnoslo.
Esta reseña forma parte del reto de la Yincana Criminal y se corresponde con la semana 5: "Sucedió en Asia, África y Oceanía", viernes: la acción transcurre en Japón o el escritor es japonés.
4 comentarios
Pues este me puede resultar interesante y además es cortito!!
ResponderEliminarUn beso.
Pues este me puede resultar interesante y además es cortito!!
ResponderEliminarUn beso.
Otro libro que no conocíay este tiene buena pinta. Me has picado la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo conocía, pero lo apunto porque tengo una asignatura pendiente con la literatura japonesa.
ResponderEliminarUn beso.
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