Sinopsis

Elisa, sevillana en la cuarentena con dos licenciaturas, buena familia y vida echada a perder, cree encontrar su salvación en Roberto, un alto ejecutivo de abrazos imponentes. Despojada de toda ética, se entromete en el territorio explosivo de un hombre de éxito en plena catarsis por la muerte violenta de su hermano pequeño; seduce a Fidel, amigo inseparable de su ansiado objeto del deseo, para acceder a él sin entender de las lealtades entre ellos, haciendo de cada paso un intento desesperado por dejar de ser una mujer maldita.

Impresiones

Elisa se fija en Roberto en la sala de llegadas del aeropuerto de Sevilla. La conmueve el sentido abrazo que este joven, atractivo y con aspecto de ejecutivo da a una mujer que lo está esperando y que Elisa deduce que es su madre. Deseosa de encontrar a esa persona que la sacará de la vida que lleva, Elisa no duda en investigar para poder conocer a Roberto.
La llave que le abrirá la puerta de lo que ella cree que será un futuro mejor la encuentra en Fidel, el mejor amigo de Roberto, y Elisa no duda en hacer casi cualquier cosa para conseguirla.

Partiendo de este planteamiento, Salvador Navarro estructura una trama que se va ramificando en muchas otras que van narrando las singulares vidas de sus no menos singulares personajes conformando así una novela coral en la que todos ellos tienen mucho que mostrar, mucho que esconder y lastres del pasado con los que convivir.
Elisa es guapa, inteligente y decidida pero ha malgastado su vida con amistades interesadas y un comportamiento alocado que la ha llevado a alejarse de los que más la quieren, su familia. Es una mujer sin ningún tipo de escrúpulo para la que todo vale siempre y cuando ella consiga lo que se ha propuesto.
Roberto es un joven ejecutivo obligado a pasar media vida en un avión que vuelve a su Sevilla natal para asistir al entierro de su hermano. Es un hombre de éxito pero tras esta fachada se esconde un corazón atormentado y un pasado desgraciado.
Fidel, su mejor amigo, es un chico normal, leal y cariñoso con sus amigos. Debido a un pasado en común, es el único apoyo de Roberto y este sentimiento es mutuo. Se quieren, se apoyan y se respetan aun siendo muy diferentes. En mi opinión, será Fidel quien lleve el peso de la historia ya que todos los personajes confluyen de un modo u otro en su persona.
Alfredo, el tío de Roberto, es un profesor universitario con un gran bajage cultural a sus espaldas. Ha sido como un padre para Roberto desde que su verdadero padre, hermano del profesor, murió siendo aquel muy joven. Este será el personaje que nos muestre la vida desde una perspectiva más pragmática y el complemento perfecto de Fidel en toda esta red de historias.

Junto a estos personajes y otros secundarios pasearemos por Sevilla, por las zonas más conocidas o turísticas y por zonas marginales a las que a muy pocas personas se les ocurriría acercarse. Con un lenguaje sencillo y un ritmo fluido el autor va desgranando la realidad de estas personas en un momento traumático de sus vidas. Puede parecer que se dan muchas casualidades y el lector puede llegar a pensar que no es muy probable que se den todas esas circunstancias en el mismo lugar, momento y personas pero muchas veces ya sabemos que la realidad supera a la ficción y que a veces solo vemos lo que queremos ver y no lo que en realidad pasa a nuestro alrededor; muchas veces nos quedamos en lo superficial de las personas con las que nos cruzamos, como si fueran un edificio del que solo vemos la fachada, pero Salvador no ha querido quedarse ahí, ha sido más ambicioso y nos ha mostrado el edificio por dentro, ha seleccionado lo importante de la trayectoria vital de cada uno de sus personajes y lo ha dejado expuesto al lector quien no puede evitar darse cuenta de que no es todo tan sencillo como a priori parece ser.

Relaciones personales, sociales, amor, sexo, odio, venganza, violencia, crimen, traumas del pasado y cuentas pendientes son algunos de los temas que encontramos en esta compleja novela; una novela que con múltiples giros nos va abriendo puertas y posibilidades en las que no se nos hubiera ocurrido pensar y que demuestra el inmenso trabajo que se esconde detrás de ella y que el autor ha sabido desarrollar a la perfección haciendo converger al final todas estas tramas sin dejar cabos sueltos o preguntas sin respuesta al lector.

El hombre que ya no soy es una novela que lo tiene todo: amor, intriga, crimen, pensamientos que nos hacen reflexionar sobre muchas cosas. Una novela que recomiendo totalmente porque me ha gustado mucho tanto en su contenido como en la forma en el que este es transmitido al lector. Me gustaría desde aquí dar la enhorabuena a Salvador por este gran trabajo y también agradecerle sus palabras en la dedicatoria de su novela.

Imagen tomada de Google

Sinopsis

Japón, 1100. Al borde del río Kusagawa hay una pequeña aldea conocida más allá de sus fronteras por ser la encargada de surtir los estanques de la ciudad imperial de las carpas más hermosas. Pero este año el diestro pescador que lleva a cabo tal tarea ha muerto, y su joven viuda es la única que tal vez podría reemplazarlo. Así, reclutada por el director de la Oficina de Estanques y Jardines, y cargando sobre sus frágiles hombros una pértiga de la que cuelgan los cestos donde rebullen los peces, Miyuki emprende un largo viaje en el que deberá afrontar amenazas y monstruos -humanos y acuáticos-, y demorarse en posadas de té en las que no se vende precisamente té. Una vez en la corte imperial, con la misma inocencia con la que ha conocido el sexo y el engaño, y vestida con doce kimonos de seda, será la insospechada protagonista del concurso anual de perfumes convocado por el emperador con el tema de "una doncella cruzando un puente luna entre dos neblinas".

Fuente: megustaleer

Impresiones

Katsuro es un pescador conocido por ser el que provee de carpas los estanques de la ciudad imperial. Muere repentinamente dejando su último encargo sin conluir, así que en su aldea se decide que sea su viuda, Miyuki, la encargada de llevar las carpas a su destino.

No exenta de preocupación por no saber si va a ser capaz de cumplir con el encargo más importante de su aldea, Miyuki emprende su largo viaje. A esta preocupación se une también la de no saber cómo va a ser recibida ya que, debido a su complexión, solo lleva ocho carpas y no veinte como acostumbraba a llevar su marido.

Con Miyuki emprende también un viaje el lector, un viaje lleno de paisajes por descubrir, historias por aprender, olores que disfrutar y peligros que sortear. Poco a poco iremos conociendo cómo se capturan, se cuidan y se transportan las delicadas carpas que poblarán los estanques de la ciudad del Emperador, un proceso que Katsuro dominaba a la perfección y que Miyuki conoce e intenta llevar a cabo para rendir así tributo a su amor fallecido.

Muchas son las penurias que nuestra protagonista tiene que soportar desde el intenso frío  y las nevadas que la acompañan en su recorrido hasta el robo de parte de su preciado tesoro, los sacrificios que ha de hacer y las humillaciones que debe sorportar para sustituirlo.
A lo largo de este viaje iremos conociendo la cultura japonesa de la época. Cuando visitemos las famosas casas de té seremos testigos del modo de vida que eran obligadas a llevar las prostitutas que allí habitaban y los castigos a los que eran sometidas o el gran número de vestidos que llevaban superpuestos para conseguir un determinado color.
Una vez que lleguemos a la ciudad imperial veremos cómo era la vida en la Corte, con sus rangos, sus privilegios y sus concursos como el concurso anual de perfumes, un acontecimiento muy curioso e interesante de conocer, yo nunca hubiera imaginado que se pudieran conseguir tantos olores y mucho menos que con ellos consiguieran evocar escenas concretas.

Como sabréis los que alguna vez os habéis adentrado en la literatura asiática, esta es muy especial, su cadencia, su vocabulario, su forma de narrar es muy característica y todos estos rasgos están presentes en esta novela aunque algo suavizados; el autor, sin ser asiático, ha sabido captar a la perfección la esencia de esta literatura y plasmarla en su obra. Con un ritmo pausado, que no lento, y un lenguaje adecuado al lugar y época en la que nos situamos, el Japón del siglo XII, unas descripciones de pasajes y lugares repletas de olores, imágenes y metáforas, el autor nos introduce de lleno en la sociedad y costumbres imperantes en ese momento. Y con Miyuki, el personaje principal, nos muestra la valentía de una mujer que solo posee las ropas que lleva puestas y sus preciadas carpas pero que se nos presenta como una gran mujer, una mujer que ama más allá de la muerte y con una dignidad que la ayuda a superar incluso las pruebas más duras a las que se tiene que enfrentar en un viaje que podríamos considerar casi épico.

La Oficina de Estanques y Jardines es una novela que estoy segura que cualquier lector que guste de la literatura asiática va a disfrutar muchísimo y para los no iniciados en ella creo que es una buena opción para adentrarse en ella ya que, además, no es un libro demasiado extenso como muchos de este tipo de literatura y refleja muy bien las costumbres y la sociedad de la época.

Imagen tomada de Google

Sinopsis

Para el matrimonio Breakstone, su hija Heather lo es todo: una chica preciosa y encantadora, la gran bendición de una vida perfecta de confort y privilegios en Manhattan. Pero cuando Heather entra en la adolescencia, Bobby, un chico marginal con tendencias violentas, empieza a orbitar alrededor de la joven, amenazando con destruir lo que han construido con tanto empeño.

Fuente: contraportada

Impresiones

No sé muy bien si fue la portada o la sinopsis pero como he comentado antes este libro me llamó muchísimo la atención. No puedo decir que fuera por conocer al autor por su trabajo en Mad Men o Los Soprano porque no he visto ninguna de la series y ni siquiera sé bien de qué tratan así que supongo que lo que tuve con este libro fue una corazonada.

Una de las cosas que me ha llamado la atención en cuanto a la forma de la novela es que no hay ni un solo diálogo en toda la narración que se divide en cinco partes sin título. Al contrario de lo que pueda parecer, esta ausencia de diálogo no le resta ritmo a la novela; nos encontramos con una lectura de ritmo ágil, con una prosa desnuda, ausente de adornos y artificios pero tan atractiva que incita a seguir leyendo. Tampoco aparecen otros nombres que no sean Heather, Bobby, Karen y Mark, los cuatro protagonistas. Cuando el autor nombra a un personaje distinto de estos recurre a poner en mayúscula palabras que, de otro modo, deberían ir en minúscula: Hermana, Profesor, Trabajador...estas dos circunstancias me han parecido muy curiosas.

Absolutamente Heather narra la vida cotidiana de Karen y Mark Breakstone y de su hija Heather. El autor explora los rincones más escondidos de esta relación tanto conyugal como paternofilial. Asistiremos a los inicios de la relación entre el matrimonio, en la que dos personas que estaban buscando algo concreto se conocen y encajan a la perfección. También viviremos con ellos los años de la infancia y la adolescencia de Heather cuya existencia cambiará por completo la relación existente entre el matrimonio. Una madre demasiado entregada a su hija, un padre trabajador al que le es difícil pasar tiempo con ella debido a la estrecha relación entre madre e hija, una chica inteligente, bonita, querida por todos que va creciendo, madurando y, paralelamente y como consecuencia de ello, la relación con sus padres va cambiando lo que crea tensiones entre estos aunque en apariencia siguen siendo la familia perfecta.

En la otra cara de la moneda encontramos a Bobby Klasky, un joven al que la vida no ha tratado bien; hijo de madre drogadicta y padre desconocido, ha convivido toda la vida con la droga, el alcohol y la violencia. Su camino se cruza con Heather cuando va a trabajar en las obras que se están realizando en el edificio donde vive la chica y queda prendado de ella; la observa, la fotografia e incluso cruzan alguna que otra palabra. 

Vistos así estos personajes pueden parecer estereotipos o clichés y, en realidad, creo que lo son pero porque el autor ha decidido que lo sean y  se sirve de las personalidades de estos cuatro personajes y de los conflictos que les surgen, tanto internamente como entre ellos, para dibujar la diferencia existente entre clases sociales y mostrar después que los prejuicios no siempre son acertados y que en determinados momentos y situaciones todos somos iguales independientemente de nuestra procedencia o de la educación que atesoremos. Todos tenemos esos instintos que reflejan nuestro lado animal y que sale a la luz cuando queremos defender lo que consideramos nuestro. El autor nos mostrará las dos caras de la moneda, los claros y los oscuros de estas dos clases sociales tan opuestas pero en el fondo tan iguales.

Absolutamente Heather es una novela distinta, una novela que creo que hay que pensarla después de haberla leído para asimilar bien el mensaje del autor. Personalmente me ha gustado mucho aunque a la eterna pregunta de si la recomendaría tendré que contestar que sí pero creo que no es para todo el mundo; tanto su estructura como su contenido no son los que habitualmente estamos acostumbrados a leer en un thriller, de hecho, yo ni siquiera considero que lo sea del todo; no busquéis acción frenética en ella ni malos malísimos porque no los vais a encontrar. Lo que sí encontraréis es una historia muy sólida y muy bien contada.

Imagen tomada de Google

Sinopsis

Una estrella de televisión es hallada muerta de un tiro en la cabeza en una escuela. Su cuerpo se encuentra atado a una silla de cara a la pared junto a unas hojas de examen. A juzgar por el número de respuestas incorrectas, la víctima suspendió la prueba más importante de su vida. Esta muerte será solo la primera de una serie de víctimas relacionadas con el mundo del espectáculo, en lo que parece ser un ajuste de cuentas ante la falta de cultura de la sociedad actual.

La Unidad de Homicidios de Torkel, Ursula, Vanja y Billy tendrá que detener una cadena de crímenes planeados por una mente brillante. Por su parte, Sebastian Bergman pondrá a prueba todo aquello que consideraba seguro en su vida. ¿Será capaz de superar el examen?

Fuente: contraportada

Impresiones

Abordar la lectura de cualquiera de los libros de esta saga es saber que vamos a disfrutar de un libro con todos los ingredientes del thriller elevados a su máxima expresión; esta novela no es la excepción y pugna con Crímenes duplicados por convertirse en mi favorita de la saga, aunque creo que la anteriormente mencionada le gana pero por muy poco. Lo que tienen en común ambas lecturas que las hace ser mis preferidas son los antagonistas, los malos malísimos...¿por qué? pues sencillamente porque son maravillosos.  Si en aquella era Edward Hindle, en esta será Sven Catón el que saque de su ostracismo a Sebastian Bergman.

El hallazgo en una escuela del cadáver de Miroslav Petrovic, un joven conocido por haber participado en un reality televisivo, con un tiro en la cabeza y un examen suspendido en su pecho hace que la Unidad de Homicidios se ponga a trabajar. No tardan mucho en relacionar este caso con otra muerte acaecida no muy lejos de allí ya que el modus operandi del asesino es el mismo; tampoco tardan en tener un nombre: Sven Catón aunque por lo demás están totalmente perdidos en el caso. Deberán hacer uso de su buen hacer y echar mano de todos los recursos que tienen a su alcance para dar caza al asesino que siempre parece ir un paso por delante de ellos.

En esta novela los autores critican y mucho la falta de cultura general que existe hoy en día en las personas que la mayoría de la sociedad toma como referentes y esta crítica se personifica en el asesino y él será la voz de los autores en este tema. Aunque pueda parecer poco apropiado tengo que decir que estoy de acuerdo con Sven Catón en sus pensamientos y críticas. Muchas veces tendemos a dar más importancia a personas cuyo único mérito es haber aireado su vida o haber hecho tonterías delante de una cámara de televisión que a personas que de verdad han hecho algo por la sociedad. La cultura general de los jóvenes de hoy en día, y algunos no tan jóvenes, da vergüenza en la mayoría de los casos, ya sabemos que generalizar no es bueno, pero no dudéis que si le preguntamos por aquel o este programa o por esta o aquella marca nos contestan si asomo de duda...en fin, personalmente me da mucha pena que esto sea así en el mundo en que vivimos y los autores han sabido reflejarlo muy bien en la novela.

Cuando leemos que un libro forma parte de una serie no podemos evitar preguntar si es necesario leer las entregas previas para leer el libro en el que nos hemos fijado; suele haber distintas opiniones en cuanto a la respuesta a esta pregunta pero en este caso, si me lo preguntaráis a mí, me respuesta sería un rotundo sí. Aunque los casos de todas las entregas son autoconclusivos, las vidas de los personajes principales siguen su curso y sus personalidades van aflorando en unos casos y cambiando en otros, motivo por el cual nos perderemos muchas cosas si no seguimos su trayectoria desde el principio. Esta evolución se hacía más patente en la anterior entrega de la serie Silencios inconfesables y se hace aun más en esta novela que hoy nos ocupa. Ya comenté en otra reseña que en esta saga, en mi opinión, priman los personajes sobre los casos que los ocupan y Castigos justificados da buena prueba de ello ya que veremos cómo las circunstancias personales de Torkel, Ursula, Billy, Vanja y Sebastian condicionan en algunos momentos su comportamiento y también afectan a las investigaciones que están llevando a cabo.
Es curioso porque al hablar de estos libros siempre nombramos a Bergman, de hecho se ha bautizado a esta serie con su nombre, pero aunque es cierto que al principio era la estrella, el personaje que más gancho tenía, ha ido cediendo parte de su protagonismo a sus compañeros de viaje y con ello los autores han conseguido despertar nuestro interés por todos ellos, centrándose algo más en uno en concreto en cada entrega. Sebastian Bergman tendrá que lidiar ahora con las nuevas circunstancias de su vida, refrenando sus impulsos, lo que le lleva a no saber cómo comportarse para no perder todo lo que ha conseguido; Torkel se mostrará esperanzado debido a un encuentro fortuito que ha tenido gracias a la investigación y Billy recién casado solo sabe inventar excusas para no pasar tiempo con su esposa. En cuanto a ellas, Vanja sigue sufriendo, son muchos los cambios acaecidos en su vida y muchas las decisiones que quiere y tiene que tomar y Ursula está algo descolocada por el comportamiento reciente de Torkel.

Es inevitable hablar de los finales cuando se comenta cualquier novela de esta serie porque son tan maravillosos que no solo te dejan con la boca abierta sino que te crean una auténtica necesidad de leer la siguiente entrega para ver cómo se desarrollan los acontecimientos posteriores. Los autores saben bien cómo dejar al lector con la miel en los labios y el final de esta novela creo que es uno de los más impactantes de los cinco libros que hemos disfrutado hasta ahora.

Castigos justificados es un thriller en toda la extensión de la palabra. Una historia compacta, sin fisuras, un ritmo trepidante que además de no darte un respiro te obliga a seguir leyendo, a saber más, unos personajes francamente magníficos, todos con sus luces y sus sombras que van desvelando ante el lector y forjando en la imaginación de este una personalidad bien definida y el final...el final es absolutamente impactante. Huelga decir que os la recomiendo a todos, no la podéis dejar pasar.

Imagen tomada de Google

Sinopsis

Basada en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia, acusada del brutal asesinato de dos hombres, Ritos funerarios es una novela de suspense y pasiones íntimas con el trasfondo del paisaje helado de la Islandia del siglo XIX.
Agnes, mientras espera la hora de su ejecución, es confinada en la granja de un matrimonio y de sus dos hijas. Horrorizada, la familia ni siquiera quiere hablar con ella. Tan solo el joven ayudante de un pastor intenta comprenderla y salvar su alma. A medida que sus conversaciones progresan y el invierno deja su huella, el dilema se afianza: ¿fue Agnes culpable o no de los terribles hechos de que la acusan?

Fuente: Alba Editorial

Impresiones

¿Cómo te comportarías si supieras que vas a morir, si supieras que tu cabeza va a ser separada de tu cuerpo por el filo de un hacha? ¿Cuáles serían tus deseos, tus anhelos y tus esperanzas? Y tus pensamientos sobre aquellos que te han condenado, ¿los perdonarías o les desearías un destino incluso peor que el tuyo? ¿Cuál sería tu consuelo? Estas preguntas y alguna más son las que se nos plantearán durante la lectura de esta novela.

Dicen que debo morir. Dicen que le robé el aliento a unos hombres y que ahora ellos deben robarme el mío. Supongo, entonces, que todos somos llamas de vela, brillantes de grasa, parpadeando en la oscuridad y en el aullido del viento, y en la quietud de la habitación escucho pisadas, pisadas espantosas que se acercan, que vienen a apagarme y a sacarme la vida del cuerpo en forma de corona de humo gris. Me fundiré con el aire y con la noche. Nos apagarán a todos, uno a uno, hasta que quede únicamente su luz, bajo la que se ven ellos. ¿Dónde estaré yo entonces?
A veces me parece verla otra vez, la granja, ardiendo en la oscuridad. A veces siento la punzada del invierno en los pulmones y me parece ver las llamas reflejadas en el océano, esa agua tan extraña, tan trémula por la luz. Hubo un momento aquella noche en que me volví a mirar. Me volví a mirar el fuego, y si me la lamo la piel, aún noto el sabor a sal. A humo.
No siempre ha hecho tanto frío.
Oigo pisadas.

Con este estremecedor prólogo comienza esta soberbia novela. Agnes piensa en su condena y recuerda la noche en la que ocurrió todo. Ella junto con Fridrik Sigurdsson y la joven Sigrídur Gudmundsdóttir han sido juzgados y condenados por robo, incendio y el asesinato de Natan Ketilsson y Pétur Jónsson, su condena: la decapitación. Hasta que llegue ese fatídico momento los condenados son custodiados en casas particulares y reciben la ayuda espiritual de un pastor.
Agnes es enviada a Kornsá a casa del alguacil Jón Jónsson, en la que este reside junto con su esposa y sus dos hijas. La noticia crea un gran revuelo en la familia ya que para ellos es impensable alojar a una condenada por asesinato y al principio se muestran poco hospitalarios con ella; todos excepto la hija mayor, Steina quien siente querencia de ella.

Narrada a dos voces, la de un narrador omnisciente intercalada con la voz de la propia Agnes, esta novela estructurada en trece capítulos acompañados de un prólogo y un epílogo, repasará los hechos acaecidos entre el momento en el que Agnes llega a la pequeña casa y el momento de su ejecución y también conoceremos los hechos que llevaron a esta mujer a convertirse en rea de asesinato.

Esta no es una lectura cómoda más por los interrogantes que crea al lector, por los dilemas morales que este puede llegar a plantearse que por la lectura en sí ya que esta es muy agradable gracias a la exquisita prosa de su autora. Es una lectura dura y esto es quizá lo que me ha llevado a ilustrar esta reseña con la foto que podéis ver al comienzo y es dura no solo por el hecho central de la misma sino también porque nos hace partícipes de las condiciones de vida que existían en la Islandia del siglo XIX y que están perfectamente plasmadas en la novela. Unas condiciones metereológicas yo diría que extremas, unos hogares que apenas cubren las necesidades de las familias y un modo de vida rural en el que perder una oveja es una tragedia debido a la extrema pobreza en la que viven estas personas. La ambientación que vamos a encontrar favorece que nos metamos de lleno en la historia; no visitaremos muchos lugares ya que la acción se desarrolla en la casa que da cobijo a Agnes y en la casa de Natan Ketilsson cuando Agnes nos habla del tiempo en el que vivió allí. Pero esto no es óbice para que nos sentemos junto al fuego a escuchar las conversaciones de esta joven con el pastor o evoquemos con ella sus días en Illugastadir junto a Natan.

Los pasajes que más me han conmovido son los narrados por Agnes, es estremecedor saber por su boca qué siente en estos momentos previos a su ejecución, en estos días que pasa con una familia cuando siempre ha carecido de ella. Agnes los vive como si fuera una persona normal, como si tuviera un futuro, no se compadece de su suerte y aunque al principio se mostraba algo taciturna, poco a poco va cambiando su actitud a la vez que la familia que la acoge, sobre todo Margrét, la esposa del alguacil, también va cambiando con respecto a ella. Hallamos en ella a una mujer agradecida por el respeto con el que se ve tratada y llega incluso a sentirse querida por la familia con la que vive.
Confía en el pastor, no tanto en las creencias de este, y se va abriendo con él hasta contarle cómo se desarrollaron los hechos hasta llegar a ser acusada de asesinato. En estas conversaciones hace gala de una serenidad que para mí sería impensable en una persona en sus condiciones pero creo que en el fondo está convencida de que se conmutará su pena y no llegará al patíbulo.

El lector asistirá a una cuenta atrás sin saber cuándo será ejecutada la sentencia hasta el mismo momento en el que lo saben sus personajes; será entonces cuando Agnes será plenamente consciente de que su vida su acaba, de que no verá una nueva primavera, de que no tendrá hijos, de que no volverá a ver el sol y el motivo de que todo esto no ocurra no será otro que el amor, un amor tan profundo que fue merecedor de su compasión que se llevó su vida con ella.

.Ritos funerarios es una novela que refleja a la perfección las costumbres de la Islandia del siglo XIX; llama especialmente la atención en ella el alto bagaje intelectual de estas personas que aun teniendo muy pocas cosas materiales eran muy ricos en conocimiento. Es una novela que habla de pérdidas, de carencias, de vidas machacadas por el infortunio pero también de compasión, generosidad y amor. Una lectura preciosa aunque pueda parecer contradictorio debido al tema que aborda que no dudo en recomendar.

Imagen tomada de Google

Sinopsis

Alemania, 1944. Los niños viven su infancia pese a todo, y los adultos intentan mantener los ojos y los oídos cerrados. Mientras tanto, algunos se juegan la vida por ayudar a otros...

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, Edith y Oskar Eberhardt trasladan a su familia -su hija Marina, su yerno Franz y las hijas de estos- desde Berlín hasta una pequeña casa en la tranquila ciudad de Blumental, cerca de Suiza. Oskar, un miembro del gabinete de Hitler, está ausente casi todo el tiempo, y  Franz combate en la guerra, de modo que las mujeres de la casa se quedan solas, llevando una existencia tranquila en una pintoresca población.

Sin embargo, la vida en Blumental no es tan idílica como parece. Un joven capitán nazi aterroriza a los ciudadanos a quienes debería proteger. Los vecinos se espían mutuamente, y algunos desaparecen de manera misteriosa.

Mientras tanto, Marina colabora con un sacerdote protestante que ayuda a refugiados judíos a cruzar la cercana frontera con Suiza. Todo se complicará cuando Oskar regrese a casa con la noticia de que el Führer viajará a la zona y que piensa visitar a los Eberhardt.

Fuente: megustaleer

Impresiones

Edith y Oskar Eberhardt están construyendo la casa con la que han soñado toda su vida en la pequeña ciudad de Blumental. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se trasladan con su  hija y su familia desde Berlín hasta esta ciudad para alejarse lo más posible de dicho conflicto bélico. Este entorno será el elegido por la autora para narrar los acontecimientos acaecidos allí durante tres días de julio de 1844 cuando la guerra estaba a punto de finalizar.

Oskar, el patriarca, trabaja en el gabinete de Hitler y esto es algo que no todo el mundo ve con buenos ojos; su familia pasa los días en Blumental mientras que él se ausenta continuamente debido a su puesto al lado del Führer. Edith y Marina, su hija, intentan que las hijas de esta Lara, Rosie y Sofía tengan una vida lo más normal posible aunque esta última está traumatizada por algo que le ocurrió años atrás y que no consigue superar.
Todo se desmorona cuando un oficial nazi toma las riendas de la ciudad; destacado allí para defender a sus habitantes, no sabe hacer un buen uso de su poder y más que facilitarles la vida yo diría que se la dificulta. Por si fuera poco, Hitler anuncia una visita a la zona y todo el mundo está expectante ante lo que puede ocurrir.

En Blumental no todo el mundo sabe bien cómo se está desarrollando la guerra. qué es lo que en realidad está ocurriendo, no saben que el final está cerca. El miedo y, en ocasiones, el odio y la maldad está también presentes en los habitantes de Blumental. Unos espían a sus conciudadanos para congraciarse con el que suponen bando vencedor, otros lo hacen por miedo a que se les incluya en el mismo saco pero el caso es que nadie sabe de quién puede o no fiarse. Pero hay unos pocos que arriesgan su seguridad e incluso sus vidas por compasión hacia esas personas inocentes que son perseguidas y enjauladas como si de animales se tratara y, entre ellos, está Marina. A espaldas de su familia, esta valiente mujer intenta ayudar a los más necesitados y esta tarea se volverá demasiado peligrosa cuando Hitler y su séquito llegan al pueblo debido a la relación que Oskar, su padre, tiene con él.

La novela está estructurada en tres partes que comprenden los días 18, 19 y 20 de julio de 1844 que están divididas a su vez en capítulos y acompañadas de un prólogo y un epílogo. Predomina la narración sobre el diálogo lo que hace que su ritmo no sea demasiado ágil, más bien al contrario, es un ritmo pausado en el que parece que no pasa nada pero que va construyendo poco a poco la historia que la autora se ha propuesto contar. Su lenguaje es sencillo, sin artificios lo que facilita su lectura y comprensión. Las descripciones que encontramos sobre los lugares en los que se desarrollan los acontecimientos ayudan a que nos hagamos una idea del idílico lugar en el que viven nuestros protagonistas y en el que transcurren los hechos.

La buena gente es una novela que nos muestra una cara diferente de la que estamos acostumbrados cuando leemos una novela ambientada en la Segunda Guerra Mundial; hechos que no por ser diferentes dejan de ser interesantes y que fueron muy importantes durante dicho conflicto. Hechos que quedaron relegados a un segundo plano por otros a los que se les dio más importancia, hechos que muestran la humanidad y la compasión de algunas personas que no se sintieron atenazadas por el egoísmo, el odio y el miedo imperantes en la sociedad en ese momento. Si os gustan las historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, esta novela es una buena opción para conocerlas desde otro punto de vista.

Imagen tomada de Google

 

Sinopsis

Hay tantos lobos hambrientos en el bosque...
El curtido investigador Bevilacqua, con la inestimable ayuda de su compañera Chamorro, se enfrenta de manera implacable a la mayor crueldad posible: la capacidad de dañar a personas que, por edad y condición, son las más indefensas del mundo. Cuatro son las chicas que aparecen muertas: jóvenes, adolescentes o niñas que han sido cazadas por el depredador, por ese lobo astuto que, quizá disfrazado de amigo, acabó comiéndose a Caperucita.

En un ambiente marcado por el bochorno del verano, Bevilacqua y Chamorro se ven obligados a utilizar el talento y la perspicacia que los caracteriza para lidiar con unos casos en que los nuevos paradigmas de nuestra sociedad representan el terror que se esconde en cada esquina, detrás de cada árbol del bosque por donde pasean nuestros pequeños.

Con su prosa siempre trepidante, atrapando al lector desde la primera línea, Lorenzo Silva construye en este libro unos relatos francamente conmovedores que más allá de las peripecias de las investigaciones, muestran que el mundo está cambiando pero que el lobo sigue acechando ahí afuera.

Fuente: contraportada

Impresiones

Tantos lobos comienza con una nota preliminar del autor donde explica el por qué de publicar este libro; uno de los motivos, desconozco si el principal, es celebrar los veinte años de vida de la pareja formada por Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro. Los cuatro relatos que conforman este libro tienen dos nexos en común: la corta edad de las víctimas que hace patente su vulnerabilidad frente a los depredadores que por desgracia proliferan en nuestra sociedad y la estación del año en la que ocurren, el verano. Cuando leí este dato me vino enseguida a la cabeza otro libro del autor, también de relatos Nadie vale más que otro que se publicó entre los volúmenes tres y cuatro de la serie de estos dos guardias civiles. ¿Qué fue lo que causó en mí esta asociación de ideas? El verano, ya que en el libro que os cito también era el nexo común de los también cuatro relatos que formaban aquel.

Cada uno de los cuatro relatos que forman parte de Tantos lobos tiene una extensión de entre treinta y cuarenta páginas divididos todos ellos en siete capítulos.

547 amigos narra el hallazgo del cadáver de una joven de catorce años en una zona de descanso de una autopista de Segovia.

Antes de los dieciséis  tiene como protagonista a Sandra, una joven de casi dieciséis años, que se precipita al vacío desde un mirador de un acantilado de Asturias con evidentes signos de lucha en su cuerpo.

Cuatro novios investiga la muerte de Tamara, de dieciocho años, desaparecida mes y medio antes y encontrada en un paraje inaccesible de Badajoz.

La hija única se llamaba Ada y solo tenía cinco años. A cargo de su madre desaparece una noche y su cadáver es encontrado poco después en una isla a poca distancia de la costa de Almería.

Cuatro son los lugares a los que tienen que desplazarse Vila y Chamorro para intentar poner un poco de luz a las sombras que planean sobre estos cuatro casos de asesinato. La edad y fragilidad de las víctimas hacen que, la ya de por sí ardua tarea que se les ha encomendado, lo sea aún más ya que es imposible para ellos incluso el intentar llegar a comprender los motivos que han llevado a los asesinos a cometer dichos actos. ¿Qué monstruo es capaz de hacer algo así a unas jóvenes que estaban apenas comenzando a vivir? 

Las redes sociales y el indebido uso que suelen dar los jóvenes a las mismas es uno de los temas centrales de este conjunto de relatos. ¿De verdad saben los padres cómo interactúan sus hijos en las redes sociales? ¿Conocen con quién lo hacen o incluso bajo qué identidad se presentan en las redes? No podemos pasar por alto la crítica que hace el autor a los padres o responsables de estos menores a los que desconocen, de los que ingenuamente piensan que son igual delante de ellos que tras la pantalla de un ordenador y quienes después se echan las manos a la cabeza sorprendidos cuando sus hijas son encontradas asesinadas en cualquier lugar. Lo peor de todo es que aunque estos relatos sean ficción la realidad los iguala y, en algunos casos, los supera con creces; en mi opinión, nuestra sociedad, al igual que Vila, no está del todo preparada para el inmenso mundo de posibilidades que se nos presentan gracias a las redes sociales. Nuestra sociedad carece en muchos casos de la madurez necesaria para hacernos conscientes de que los lobos están ahí fuera, muchos con piel de cordero, acechando cada paso que damos y preparados para actuar en el momento en que ese paso sea el falso. Esto es solo una reflexión personal que hago a raíz de la lectura de este libro pero sinceramente creo que eso es lo que ocurre y también creo que todos deberíamos tomar un poco más de conciencia sobre estas cosas para minimizarlas en la medida de nuestras posibilidades.

Como nos tiene acostumbrados, Lorenzo no se anda con rodeos, su prosa es sencilla pero va al grano, es certera, apunta directamente adónde quiere que centremos nuestra atención y consigue tenerla por completo. No soy lectora de relatos aunque últimamente estoy leyendo más de los que acostumbro; el motivo principal de que no me atraigan especialmente es que suelen quedárseme cortos. En este caso no ha sido diferente y más con lo que me gusta leer la prosa del autor pero es cierto que ha sido más por el deseo de seguir leyendo que porque me haya faltado algo. Las historias y las investigaciones están tan bien condensadas y son tan precisas que no hacen falta más páginas para explicar y resolver los casos que se nos plantean.

Tantos lobos es un regalo del autor a sus lectores, un libro que se lee en un suspiro en el que disfrutamos en pequeñas dosis de Vila  y Chamorro pero que no por pequeñas dejan de ser de Vila y Chamorro que creo que es lo más importante para los que somos seguidores de esos maravillosos personajes. Si eres lector de Silva no hace falta que te anime a leer este libro; si no lo eres, es un buen libro para adentrarte en la prosa del autor y en el mundo de Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro.

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