Pastores del mal, Félix García Hernán
diciembre 29, 2021De este libro lo que me llamó la atención fue, sin duda alguna, su sinopsis que me intrigó y, a pesar de tratar un tema bastante duro y escabroso, me decidí a leerla. Es la segunda de una serie (cosa que yo no sabía cuando la elegí porque me gusta leer las series en orden) y estoy segura de que leeré la primera más pronto que tarde. Hoy os hablo de Pastores del mal de Félix García Hernán.
Ficha técnicaTítulo: Pastores del mal
Autor: Félix García Hernán Editorial: Alrevés Número de páginas: 383 ISBN: 9788417847616 PVP: 20 euros |
Sinopsis
Cuando el padre Damián Isún cambió de postura para acomodarse en su cama, el corazón le dio un vuelco al palpar, bajo la colcha, el cuerpo desnudo y sin vida de uno de sus pupilos. ¿Cómo había llegado allí? El pánico se apoderó de él y acudió a su antiguo discípulo, mosén Estanis, en busca de ayuda y refugio.
El mosén no dudó en contactar con el comisario Javier Gallardo, que aunque se había retirado hacía poco del servicio, nunca podría olvidar que le debía su vida al religioso. Así, junto al ahora inspector jefe Raúl Olaya, Gallardo intentará demostrar la inocencia del padre Damián.
Juntos descubrirán una poderosa organización internacional cuya voracidad desmedida destroza y utiliza a cientos de niños y entre cuyos dirigentes se hallan destacados miembros de la banca, la política, las finanzas o la Iglesia.
Fuente: Alrevés
Impresiones
El padre Damián Isún lleva un tiempo pasándolo mal, tiene muchas preocupaciones en la cabeza que le están pasando factura a su salud. Tiene fiebre y solo quiere llegar a casa y acostarse; eso hace y cuando se mueve en la cama se da cuenta de que a su lado yace muerto el pequeño Oriol Recasens, uno de sus más queridos alumnos, con el rosario del sacerdote alrededor de su cuello. Muerto de miedo y lleno de tristeza, solo puede coger su rosario, subir al coche y acudir a casa de mosén Estanis para que le ayude a saber cómo actuar. Su amigo no duda en llamar a Javier Gallardo, policía retirado que le debe la vida, para que arroje algo de luz al asunto. Allí se persona Javier junto a su fiel Raúl Olaya, inspector jefe del cuerpo, quienes, después de escuchar lo que les cuenta el padre Damián, tienen dos certezas: la primera, que va a resultar muy difícil ayudar al cura ya que todo apunta a él como autor del crimen; la segunda, saben que el sacerdote les oculta algo. ¿Serán capaces de descubrir el secreto de Damián Isún? ¿Será culpable como apuntan las pruebas o inocente como proclama su voz?
Javier y Raúl se adentran casi sin saberlo en una red de pederastia y abuso sexual a menores con ramificaciones en todo el mundo que les hará viajar por toda España y también hasta Estados Unidos, la Santa Sede y París. Jubilado uno y de vacaciones el otro son conscientes de que actúan casi al margen de la ley y poco a poco empiezan también a darse cuenta de lo peligrosos que son los monstruos a los que van a tener que hacer frente.
La novela se estructura en capítulos numerados pero no titulados acompañados de un epílogo y será un narrador omnisciente quien nos cuente, en tiempo pasado, las investigaciones y momentos por los que van a pasar nuestros protagonistas, momentos muchos de ellos muy desagradables pero que están tratados con mucha delicadeza por parte del autor. El lenguaje utilizado para relatarnos estos aberrantes hechos es sencillo, sin grandes artificios, pero certero, no se pierde en divagaciones innecesarias sino que va al grano, a mostrarnos la investigación minuciosa que llevan a cabo Gallardo y Olaya. El ritmo que encontramos en esta narración es ágil y rápido, volviéndose trepidante en los momentos cumbres de la trama; es capaz de contagiarnos la urgencia por resolver el caso y evitar así más daño. La ambientación que rodea a la novela también es digna de mención: no se prodiga el autor en grandes descripciones ni fastuosas imágenes, no le hace falta, ya que con unas pocas pinceladas es capaz de sembrar en nuestra mente la semilla de la imagen que quiere conseguir que nos formemos, y lo consigue, os puedo asegurar que lo he pasado peor con lo que he imaginado que con lo que he leído.
Los personajes protagonistas son los mencionados Javier Gallardo y Raúl Olaya aunque alrededor de ellos hay todo un elenco de secundarios que no desmerecen en nada a aquellos. Todos están muy bien construidos y perfilados, tanto que llegaremos a odiar a algunos y a apreciar sinceramente a otros.
Pastores del mal es un thriller que me ha parecido muy bueno. A pesar de haberlo pasado realmente mal en algunos momentos debido al tema tan duro que trata y a las escenas que se insinúan en él, no dudo en recomendar su lectura. Una trama muy bien hilada y perfectamente finalizada, unos personajes sólidos y bien construidos y un tema que, por desgracia, no pasa de moda en nuestra sociedad son los ingredientes necesarios para una crear una buena novela negra y esta los tiene y lo es, no la dejéis pasar.