Huérfanos de sombra, María Suré
noviembre 25, 2019
Tengo la gran suerte de que María cada vez que tiene un nuevo trabajo me da la oportunidad de leerlo; disfruté mucho con El color del perdón y también con Proyecto B.E.L. así que ¿cómo no iba a leer también su última publicación? Os adelanto que también la he disfrutado mucho aun siendo muy distinta a sus trabajos anteriores. Hoy os hablo de Huérfanos de sombra de María Suré.
Ficha técnica
Título: Huérfanos de sombra
Autor: María Suré Editorial: Autopublicado Número de páginas: 467 ISBN: 9781701155466 PVP: 14,25 euros |
Sinopsis
Hannah tiene 86 años y sigue siendo una mujer de armas tomar. Con 7 años subió sola a un tren en Alemania que la alejaría del horror de la guerra pero que la transportó a una vida llena de adversidades donde sobrevivir se convirtió en el reto más difícil. Ahora vive una vida relajada y feliz junto a su hija, pero el pasado vuelve para reabrir viejas cicatrices y recordarle que algunas heridas nunca cerrarán.
Toribio odia su vida, ha pensado más de una vez en acabar con la pesada carga que soporta sobre sus espaldas. Pero un día lluvioso y frío, una joven llama a su puerta para pedirle ayuda y, con ella, la vida irrumpe en su casa por sorpresa, dándole un vuelco a su existencia.
Laura se quedó embarazada demasiado pronto y las circunstancias la llevaron a vivir en Aldeanegra, un pueblo de la provincia de Salamanca sin apenas habitantes, situado en plena Sierra de Francia. Allí pasa sus días con el niño y Toribio, su abuelo, y, contra todo pronóstico, es feliz. Su hijo ha logrado recomponer los pedazos de unas vidas rotas por el destino, pero la frágil unión de esos trozos se resquebraja cuando el pequeño desaparece en extrañas circunstancias.
Fuente: mariasure.com
Impresiones
Laura, debido a la mala relación que mantenía con su madre, dejó el hogar familiar para irse a vivir con Curro, su novio. Era muy joven y las cosas no salieron como ella esperaba; en poco tiempo se vio en la calle y con un niño en su vientre. Desesperada y sola llamó a la puerta de Toribio, el padre de Curro, quien aunque al principio no le pareció una buena idea, la acogió como si fuera su hija.
En el pequeño pueblo de Aldeanegra nació y creció Marcos, o Lobo como le llama su abuelo, y los tres son felices viviendo rodeados de naturaleza y apartados del ajetreo de la ciudad.
En Aldeanegra también viven Hannah y su hija Renata; huyendo de su Alemania natal en la que los judíos eran estigmatizados, Hannah vivió en varios lugares hasta que, por azares del destino, fue a parar a este pequeño pueblo salmantino. Las dos llevan una vida apacible, Hannah dedicada a su trabajo en un voluntariado y Renata horneando dulces junto a Laura, a quien las une una gran amistad.
Esta idílica estampa se hará pedazos el día en el que el pequeño Marcos no vuelve a casa; en una de sus habituales visitas a Gonzalo, un amigo de la familia, se despide de este y emprende el camino de regreso al hogar, un hogar al que nunca llegará.
La novela se estructura en capítulos titulados y fechados en los que un narrador omnisciente nos conducirá por las dos tramas que sustentan esta historia: la parte del pasado en la que conoceremos la tortuosa vida de Hannah desde aquel día de agosto de 1939 cuando, obligada por la persecución nazi a los judíos, subió sola a un tren hacia un destino incierto, dejando atrás la vida que conocía hasta entonces. La otra trama que convive con esta nos lleva al pequeño pueblo de Aldeanegra a finales de julio de 2018, a la tranquila vida de Toribio, Laura y Marcos. Con capítulos cortos, un lenguaje sencillo y cuidado, abundancia de diálogos y una ambientación que nos ayuda a visualizar a la perfección los escenarios en los que se desarrollan los hechos, la autora consigue crear una atmósfera de suspense que nos envolverá durante toda la lectura.
Los personajes son pocos pero están todos muy bien desarrollados. Según vamos adentrándonos en la narración iremos conociéndolos poco a poco, dibujando así en nuestras mentes el mapa de lo que han sido sus vidas. Unas vidas en las que nada ha sido fácil para ellos, en las que han tenido que superar muchos y grandes obstáculos para alcanzar la vida tranquila de la que gozan ahora.
Laura ha pasado de ser la hija de una familia acomodada y a ser la madre que pasa sus días en una modesta casa en el campo cocinando dulces para ganarse la vida.
Toribio tiene una oscura mancha en su pasado que no es capaz de olvidar, vive recluido y solo, apartado del mundo, en medio de un precioso bosque. Su vida dará un giro de ciento ochenta grados cuando Laura aparece en su puerta; tendrá que volver a ser padre y aprender a ser abuelo. Marcos será la luz en la vida de ambos, una luz que brilla con fuerza y consigue apartarlos de las tinieblas que les acechan.
Por su parte Hannah es una auténtica superviviente. La vida la ha obligado a crecer deprisa, a aprender a valerse por sí misma, a no desfallecer y saber defenderse sin importar las veces que tenga que levantarse. Su historia es dura como la de tantos otros que tuvieron que huir de Alemania para no perder la vida pero ella supo afrontarla de cara y salir adelante.
Lo que tienen en común estos personajes son sus ganas de vivir, su esfuerzo para recuperarse de los malos momentos, su lucha por la superación personal y su búsqueda de un futuro mejor. Hay momentos en los que no he aprobado algún que otro comportamiento de alguno de ellos pero, con todo y con eso, me han gustado muchísimo sobre todo por el mensaje que transmiten: en la vida no hay que desfallecer, hay que luchar por lo que se quiere porque así tenemos más posibilidades de conseguirlo.
Huérfanos de sombra es una historia de superación, una lección de vida, una novela en la que los personajes brillan con luz propia y cuyas historias personales nos estremecerán en algunos momentos. Dos tramas no exentas de suspense que poco a poco se irán confundiendo hasta unirse en el final. Una novela que os recomiendo leer y una autora a la que os animo a leer si no lo habéis hecho ya, no os decepcionará.
Imagen tomada de Google |