La mecedora, Anna Hernández
julio 18, 2019
No sé bien qué me impulsó a hacerme con esta novela; es posible que me llamara la atención esa portada tan del estilo del thriller nórdico y el nombre tan español de su autora; el caso es que me decidí a leerla y os cuento qué me ha parecido. Hoy os hablo de La mecedora de Anna Hernández.
La vida de Nils Akerman, inspector de policía en Östersund, Suecia, queda en suspenso el día que desaparece su hijo Axel, de tres años. El pequeño estaba a cargo de Elena Rius, una inspectora de policía española, amiga de la familia, que pasaba sus vacaciones con ellos. Mykola Solonenko no sabe quién es, pero debe raptarla para llevarse al niño.
Ficha técnica
Título: La mecedora
Autor: Anna Hernández Editorial: Versátil Número de páginas: 349 ISBN: 9788417451462 PVP: 17,50 euros |
Sinopsis
La vida de Nils Akerman, inspector de policía en Östersund, Suecia, queda en suspenso el día que desaparece su hijo Axel, de tres años. El pequeño estaba a cargo de Elena Rius, una inspectora de policía española, amiga de la familia, que pasaba sus vacaciones con ellos. Mykola Solonenko no sabe quién es, pero debe raptarla para llevarse al niño.
Nils arrastra un oscuro pasado vinculado al sexo, al alcohol y a una pistola ilegal. Vive al borde de la locura por la desaparición de su hijo pequeño y de Elena, la mujer de la que se acaba de enamorar.
Elena lleva nadando a contracorriente desde que era una niña, en el seno de una familia de la alta burguesía catalana que lo que menos esperaba de ella es que se hiciera policía nacional.
Mykola no ha podido superar el horror de ver como su mundo se desintegraba tras la explosión de Chernóbil. Convertido en una persona de mil caras, es capaz de comportarse como un hombre que ama sin límites y tortura y mata sin piedad.
Una compleja investigación policial a escala internacional no será suficiente para desenmascararlo. Una sola mujer encadenada a un pilar, sí.
Fuente: Versátil
Impresiones
Nils Akerman, inspector de policía sueco, está pasando unos días de vacaciones con su familia en Cartagena cuando conoce a Elena Rius, inspectora española destinada a dicha ciudad. Elena llega a tener una relación estrecha con la familia, tanto que es invitada a pasar sus vacaciones en Suecia con ellos.
Una día Elena y Axel, el hijo pequeño del matrimonio Akerman, se encuentran disfrutando de un paseo por el parque cuando desaparecen; nadie sabe qué ha podido ocurrir, ¿se han perdido? ¿ha sido Elena la que se ha llevado al niño? ¿los han secuestrado? y, de ser así, ¿a quién quería el secuestrador: a Elena, a Axel o a ambos? La vida de Nils se vuelve del revés con tan fatídico suceso más aún cuando es apartado del caso por su obvia relación con el mismo.
A pesar de estar apartado y tener prohibido interferir en la investigación, Nils seguirá unas pesquisas paralelas por su cuenta con el único fin de hallar en buen estado a su hijo y, por supuesto, a Elena con quien le une una extraña relación.
En otra línea argumental, coétanea de la anterior, seremos testigos de los días de secuestro de Elena, de su temor por Axel, de su afán de protegerlo a costa de lo que sea. Asistiremos a situaciones verdaderamente angustiosas, sentiremos el ahogo de Elena por no poder escapar de su prisión y también iremos junto a ella pasando por distintos estados de ánimo en su relación con su secuestrador.
Mykola es un niño superviviente de la catástrofe de Chernóbil; su padre era ingeniero en la central y no dudó en mandarle lejos junto con su madre y sacrificar su vida para intentar salvar muchas otras. Esto ha marcado a Mykola durante toda su vida; la muerte de su madre hace que su vida se desmorone del todo y que se acerque a amistades, en principio, no del todo recomendables.
La novela está estructurada en tres partes: Lo que se ve, Lo que no se ve y Lo que se sabe y lo que no, que junto con un prólogo conforman un thriller trepidante en el que un narrador omnisciente nos irá relatando las historias entrelazadas que lo componen. Con multitud de diálogos y un lenguaje claro, sencillo y cuidado, la autora nos va sumergiendo en una historia que es tan triste como aterradora ambientada en Suecia, España y Ucrania cuyos escenarios describe a la perfección para que el lector pueda crearse una imagen mental de los mismos.
Los principales protagonistas de esta novela son los anteriormente nombrados: Nils Akerman, Elena Rius y Mykola Solonenko. A excepción de Nils que no me ha gustado nada, los otros dos ejes sobre los que bascula esta historia sí que lo han hecho, sobre todo Mykola, me ha parecido un personaje fantástico.
Los tres están muy bien perfilados, los tres llevan mochilas pesadas a sus espaldas que les hacen actuar como actúan y ser quienes son: Nils cometió un error en el pasado que aún lo tiene secuestrado, que no le deja actuar con libertad y es prisionero también de algunos vicios nada recomendables, sobre todo, tratándose de un policía.
Elena es una mujer de una familia catalana acomodada que desoyó los deseos de su padre, al que adora, y se convirtió en policía nacional. Sabe que les ha decepcionado pero su deseo de ayudar, de ser policía y de ser libre es más fuerte que el deseo de su familia de que cumpla con lo que se espera de ella. Es una mujer fuerte, decidida, valiente que nos hará plantearnos muchas preguntas a medida que vamos pasando páginas y somos testigos de su relación con Mykola.
Mykola me ha dado mucha pena, no suele ocurrirme pero alguna vez sí que me ha pasado como ahora, empatizo y me gusta mucho más el villano que los héroes. Un joven con una infancia destrozada, con el odio y el amor entrelazados en su corazón; paradójicamente es capaz de lo peor, puede ser despiadado, cruel, una persona sin escrúpulos y también es capaz de amar profundamente, de sacar su lado más tierno y dejarnos boquiabiertos con sus actos. Me ha encantado Mykola, ¡qué le voy a hacer!.
Cuando acabé el libro me quedó la sensación de que no podía acabar ahí, de que había mucho más que contar y eso esperaba porque ya os digo que Mykola y Elena tienen mucho que contarnos; el otro día leí que es la primera novela de una serie y lo agradezco porque me ha gustado mucho la forma que tiene la autora de desarrollar los hechos, de perfilar a los personajes y de suscitar en mí momentos de tal confusión que me ha obligado a ponerme en el lugar de Elena para intentar entender su comportamiento.
La mecedora es un thriller frenético, con un ritmo muy ágil, una historia original bien hilada y cohesionada y unos personajes muy buenos. Me ha sorprendido gratamente Anna Hernández a quien no conocía pero cuyo nombre ya está apuntado para futuras novelas porque, de verdad os digo, que me ha calado muy hondo, el final me ha dejado acongojada e intrigada. Si gustáis de un buen thriller, no lo dudéis, esta novela es la candidata perfecta.
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Imagen tomada de Google |