La Edad de Tiza, Álvaro Ceballos
enero 31, 2022A veces me gusta leer a autores que no conozco y salirme un poco de mi zona de confort, por eso me decidí a leer esta novela; la sinopsis no me disgustó así que no lo dudé mucho. Tengo que decir que no ha sido lo que yo esperaba. Hoy os hablo de La Edad de Tiza de Álvaro Ceballos.
Ficha técnica
Título: La Edad de Tiza
Autor: Álvaro Ceballos Editorial: Alfaguara Número de páginas: 242 ISBN: 9788420461038 PVP: 18,90 euros |
Sinopsis
Álvaro ha cumplido ya los treinta cuando un revés laboral lo devuelve a la casa familiar: allí sigue viviendo su madre y permanecen también, a modo de fantasmas, las promesas de prosperidad de su adolescencia. Sin mucho más que hacer, se propone desentrañar un viejo misterio que empezó cuando él tenía catorce años: la desaparición de una cinta de vídeo sobre educación sexual que les pusieron en clase y que dio pie a otros acontecimientos igualmente inexplicables.
Entre recuerdos dudosos, volvemos con Álvaro al años 1991, a un colegio masculino y concertado en el que se habla de la España del futuro, donde las chicas están a años luz de distancia, los padres y los hijos son incapaces de comunicarse, y madurar significa dejar de hacer preguntas.
Fuente: Penguin
Impresiones
Álvaro acaba de quedarse sin trabajo por lo que a sus treinta y dos años se ve obligado a volver a la casa que le vio crecer; allí pasa los días con su madre quien se dedica en cuerpo y alma a buscar donaciones para las personas más necesitadas. Un día le comenta que se ha encontrado con la madre de José Luis, un amigo de la infancia de Álvaro, y este encuentro hace que el joven evoque sus días en el colegio de curas en el que se educó. Volvemos así a los años 90 del siglo XX, años en los que Álvaro y su grupo de amigos se entretenían con una especie de agencia de investigación que ellos mismos crearon y que pretendía desentrañar los pequeños misterios que habitaban en su colegio. Un día uno de sus profesores les pone una especie de documental en una clase de educación sexual y, para sorpresa de todos, acaban viendo el vídeo de las vacaciones de dicho profesor y su familia en Estados Unidos. Sin saber muy bien cómo, esa cinta desaparece y Álvaro y sus amigos no cejarán en su empeño de encontrarla y visionarla por completo. Así recorreremos con ellos las calles de los barrios madrileños en los que los chicos se mueven, seremos partícipes de sus conversaciones y bromas y también de los abusos a los que son sometidos por los matones de la escuela y también los provocados por ellos mismos.
La voz narrativa de esta novela será la del propio Álvaro por lo que tenemos una visión subjetiva de los acontecimientos que este nos relata. Utiliza un lenguaje elaborado con muchas palabras de difícil comprensión, para mi gusto demasiadas, lo que ha ralentizado un poco mi lectura. No escatima el autor en descripciones y ello hace que la novela goce de una muy buena ambientación que quizá sea una de las cosas que más me han gustado de ella.
Los personajes principales son un grupo de adolescentes que asisten a un colegio religioso a los que les gusta retar a los curas y llevar las normas al límite. Su relación con las chicas, la propia relación entre ellos, los diálogos en los que el sexo es un tema recurrente, las intrigas que imaginan en el colegio o los primeros cigarrillos serán las cosas que ocupan sus días y de las que el narrador nos hace partícipes. Gracias a esto veremos las grandes diferencias de clases que existían en esa época en nuestro país, los distintos estatus que se tenían dependiendo de a qué colegio ibas o dónde vivías, es un buen relato del momento en el que transcurre la historia.
La novela gira en torno a la desaparición de la cinta de vídeo con la grabación de las vacaciones del profesor, historia que me ha parecido monótona, me daba la sensación de que no pasaba nada, nada que no fueran las andanzas de este grupito, que también me parecía que eran siempre las mismas. No sé si he sido yo que no he empatizado con el narrador o igual el motivo es que no he entendido la novela, el caso es que aunque la he leído bien porque está muy bien escrita, no he llegado a entrar en la historia en ningún momento.
La Edad de Tiza es una novela en la que vamos a recorrer junto a su protagonista unos meses de su adolescencia en busca de un cinta de vídeo que dejará al descubierto algún que otro secreto. La ambientación me ha gustado mucho pero, a pesar de estar bien escrita, proliferan las palabras de difícil comprensión que hacen más lenta su lectura y la historia me ha parecido algo insulsa. Si tenéis curiosidad, os animo a leerla aunque a mí no me ha convencido del todo.