#19 Ana
marzo 23, 2017
Título: Ana
Autor: Roberto Santiago
Editorial: Planeta
Número de páginas: 861
PVP: 21,90 euros
ISBN: 9788408166580
Sinopsis
Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano, Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato de un importante empresario.
Ana pide ayuda a su jefa y vieja amiga, Concha. Necesita la estructura y recursos del despacho para llevar adelante una defensa en la que tiene prácticamente todo en contra.
Acompañada de un peculiar equipo (un viejo investigador, una abogada novel y un becario ludópata), se enfrentará a un gigante empresarial.
Ana, un thriller absorbente protagonizado por una mujer inteligente pero acabada, brillante pero autodestructiva, única.
Fuente: contraportada
Impresiones
Aunque desde el principio me llamó la atención este libro, intenté resistirme, de veras que lo hice porque tengo muchísimos por leer. Mi resistencia se resintió cuando leí las primeras páginas y ya acabo por perecer cuando entré a la librería un viernes por la tarde...
Ana, tres letras que conforman un título que ya por su sencillez llama la atención y después de leer el libro creo sinceramente que no podría haber habido otro mejor porque este libro es Ana y solo Ana. Nuestra protagonista lo impregna todo, llena las páginas de esta maravillosa novela y consigue que no dejes de pensar en ella, en Ana.
Roberto Santiago ha armado una historia sólida, compacta, sin fisuras y la ha dotado de una protagonista excepcional. A lo largo de las cinco partes y el epílogo en los que se divide esta extensa novela, será la propia Ana Tramel la que nos irá contando los hechos ocurridos desde la fatídica llamada de su hermano Alejandro. Desde este momento todo se precipita y Ana va a ver cómo su vida da un giro de ciento ochenta grados para meterla de lleno en una vorágine de peligrosos y arriesgados acontecimientos que la harán sumergirse en un pozo casi sin fondo del que no sabe bien si podrá salir.
El personaje principal, Ana, es una mujer que tiene mucha seguridad en el terreno profesional pero que en el personal no es tan fuerte como quiere hacer creer. Debido a un grave suceso ocurrido en su vida cinco años antes, se ha convertido en una persona oscura, solitaria y autodestructiva. En cierto modo, la llamada angustiada de su hermano la harán salir de esa zanja en la que está escondida y luchar por lo que ella cree justo.
Ana es un "animal" en los juzgados, se mueve por ellos y sus recovecos como pez en el agua y tiene una gran facilidad para adelantarse a los movimientos de sus oponentes, aunque en este caso y debido a la entidad de los mismos no lo va a tener nada fácil.
Es una mujer fría, odia las despedidas y las muestras de cariño y es muy independiente debido esto último a su incapacidad para confiar en los demás. Hace gala de una gran fortaleza y, en algunos momentos, se nos muestra como algo temeraria porque ella es como un saco de boxeo al que por muchos golpes que le den siempre consigue levantarse. Es una luchadora y una superviviente nata.
Como dato curioso decir que poco nos cuenta el autor sobre la apariencia física de nuestra protagonista; no le interesa y a nosotros tampoco ya que su fuerte personalidad eclipsa todo lo demás.
Ana está acompañada de unos secundarios de lujo. Destacaría a Eme (me ha encantado este personaje), su investigador privado, un hombre siempre en la sombra pero honesto, leal y eficaz que, a pesar de su carácter austero, siempre estará velando por ella.
Helena, su cuñada, una joven que por su apariencia y circunstancias puede parecer ingenua pero poseedora de una integridad que más de uno quisiera.
Concha, su amiga de toda la vida, es una mujer con serios problemas familiares que, en mi opinión y a pesar del apoyo que le presta a Ana en algunos momentos, en el fondo le envidia muchas cosas y eso hace que su relación sea un quiero y no puedo. Es el personaje que menos me ha gustado.
Hay más personajes y todos ellos merecerían mención pero esta reseña sería excesivamente larga así que os dejo que los vayáis descubriendo vosotros porque estoy segura de que no podréis resistiros a la adicción que crea Ana.
La trama en sí es jurídica casi al cien por cien y se nota que el autor conoce el tema en profundidad. No os asustéis pensando que la novela va a estar llena de términos jurídicos y técnicos porque no es así. Me atrevería a decir que, exceptuando el nombre de alguna ley y el número de algún artículo, no vais a encontrar ninguna palabra cuyo significado no sepáis. Y es aquí donde reside uno de los mayores méritos del autor que no es otro que conseguir explicarnos y adentrarnos no en uno, sino en varios procesos judiciales, sin necesidad de utilizar un lenguaje excesivamente técnico.
Os puedo asegurar que he vivido el juicio como si estuviera en la sala del juzgado y tal vez por ello y por ser un tema que me encanta he disfrutado muchísimo de la novela y de las dos últimas partes más si cabe.
El tema que nos trae Roberto tampoco es baladí; el juego es algo con lo que convivimos sin apenas darnos cuenta, cada día está más presente en nuestro día a día, en anuncios de televisión y eventos deportivos sobre todo. Ana nos hará reflexionar sobre este tema pero sobre todo reflexionaremos sobre la adicción que produce y las consecuencias que tiene para quien la sufre que, en la mayoría de los casos, suelen ser devastadoras, ya que es como una serpiente que se muerde la cola.
Con un lenguaje sencillo y directo, el autor consigue tenernos pegados a las páginas de la novela durante las 861 páginas de la misma y os aseguro que si hubiera tenido 861 páginas más yo habría sido incapaz de despegarme de ellas. Durante la lectura no he tenido la sensación de estar siguiendo un ritmo frenético de acontecimientos pero sí he sentido una sensación de urgencia en mí por saber más.
Me parece una paradoja estupenda que una novela que trata y rechaza el tema de las adicciones sea una adicción en sí misma y me encanta la justicia poética que alcanza al final. Huelga decir que la recomiendo sin dudar a todo el mundo sin excepción y espero y deseo en un futuro no muy lejano volver a encontrarme con Ana.
Gracias a todos por haber llegado hasta aquí (soy consciente de que ha quedado una reseña un poco larga) y muchas gracias a Roberto Santiago por traernos esta gran novela.
Aunque desde el principio me llamó la atención este libro, intenté resistirme, de veras que lo hice porque tengo muchísimos por leer. Mi resistencia se resintió cuando leí las primeras páginas y ya acabo por perecer cuando entré a la librería un viernes por la tarde...
Ana, tres letras que conforman un título que ya por su sencillez llama la atención y después de leer el libro creo sinceramente que no podría haber habido otro mejor porque este libro es Ana y solo Ana. Nuestra protagonista lo impregna todo, llena las páginas de esta maravillosa novela y consigue que no dejes de pensar en ella, en Ana.
Roberto Santiago ha armado una historia sólida, compacta, sin fisuras y la ha dotado de una protagonista excepcional. A lo largo de las cinco partes y el epílogo en los que se divide esta extensa novela, será la propia Ana Tramel la que nos irá contando los hechos ocurridos desde la fatídica llamada de su hermano Alejandro. Desde este momento todo se precipita y Ana va a ver cómo su vida da un giro de ciento ochenta grados para meterla de lleno en una vorágine de peligrosos y arriesgados acontecimientos que la harán sumergirse en un pozo casi sin fondo del que no sabe bien si podrá salir.
El personaje principal, Ana, es una mujer que tiene mucha seguridad en el terreno profesional pero que en el personal no es tan fuerte como quiere hacer creer. Debido a un grave suceso ocurrido en su vida cinco años antes, se ha convertido en una persona oscura, solitaria y autodestructiva. En cierto modo, la llamada angustiada de su hermano la harán salir de esa zanja en la que está escondida y luchar por lo que ella cree justo.
Ana es un "animal" en los juzgados, se mueve por ellos y sus recovecos como pez en el agua y tiene una gran facilidad para adelantarse a los movimientos de sus oponentes, aunque en este caso y debido a la entidad de los mismos no lo va a tener nada fácil.
Es una mujer fría, odia las despedidas y las muestras de cariño y es muy independiente debido esto último a su incapacidad para confiar en los demás. Hace gala de una gran fortaleza y, en algunos momentos, se nos muestra como algo temeraria porque ella es como un saco de boxeo al que por muchos golpes que le den siempre consigue levantarse. Es una luchadora y una superviviente nata.
Como dato curioso decir que poco nos cuenta el autor sobre la apariencia física de nuestra protagonista; no le interesa y a nosotros tampoco ya que su fuerte personalidad eclipsa todo lo demás.
Ana está acompañada de unos secundarios de lujo. Destacaría a Eme (me ha encantado este personaje), su investigador privado, un hombre siempre en la sombra pero honesto, leal y eficaz que, a pesar de su carácter austero, siempre estará velando por ella.
Helena, su cuñada, una joven que por su apariencia y circunstancias puede parecer ingenua pero poseedora de una integridad que más de uno quisiera.
Concha, su amiga de toda la vida, es una mujer con serios problemas familiares que, en mi opinión y a pesar del apoyo que le presta a Ana en algunos momentos, en el fondo le envidia muchas cosas y eso hace que su relación sea un quiero y no puedo. Es el personaje que menos me ha gustado.
Hay más personajes y todos ellos merecerían mención pero esta reseña sería excesivamente larga así que os dejo que los vayáis descubriendo vosotros porque estoy segura de que no podréis resistiros a la adicción que crea Ana.
La trama en sí es jurídica casi al cien por cien y se nota que el autor conoce el tema en profundidad. No os asustéis pensando que la novela va a estar llena de términos jurídicos y técnicos porque no es así. Me atrevería a decir que, exceptuando el nombre de alguna ley y el número de algún artículo, no vais a encontrar ninguna palabra cuyo significado no sepáis. Y es aquí donde reside uno de los mayores méritos del autor que no es otro que conseguir explicarnos y adentrarnos no en uno, sino en varios procesos judiciales, sin necesidad de utilizar un lenguaje excesivamente técnico.
Os puedo asegurar que he vivido el juicio como si estuviera en la sala del juzgado y tal vez por ello y por ser un tema que me encanta he disfrutado muchísimo de la novela y de las dos últimas partes más si cabe.
El tema que nos trae Roberto tampoco es baladí; el juego es algo con lo que convivimos sin apenas darnos cuenta, cada día está más presente en nuestro día a día, en anuncios de televisión y eventos deportivos sobre todo. Ana nos hará reflexionar sobre este tema pero sobre todo reflexionaremos sobre la adicción que produce y las consecuencias que tiene para quien la sufre que, en la mayoría de los casos, suelen ser devastadoras, ya que es como una serpiente que se muerde la cola.
Con un lenguaje sencillo y directo, el autor consigue tenernos pegados a las páginas de la novela durante las 861 páginas de la misma y os aseguro que si hubiera tenido 861 páginas más yo habría sido incapaz de despegarme de ellas. Durante la lectura no he tenido la sensación de estar siguiendo un ritmo frenético de acontecimientos pero sí he sentido una sensación de urgencia en mí por saber más.
Me parece una paradoja estupenda que una novela que trata y rechaza el tema de las adicciones sea una adicción en sí misma y me encanta la justicia poética que alcanza al final. Huelga decir que la recomiendo sin dudar a todo el mundo sin excepción y espero y deseo en un futuro no muy lejano volver a encontrarme con Ana.
Gracias a todos por haber llegado hasta aquí (soy consciente de que ha quedado una reseña un poco larga) y muchas gracias a Roberto Santiago por traernos esta gran novela.
29 comentarios
Eyra, vaya reseña. Se nota que te ha encantado la novela y el personaje. He visto en las redes que muchos leen esta novela bastante larga pero dejas claro que se devora.
ResponderEliminarHabrá que tenerla en cuenta.
Besos
Pero buenoo...pedazo de reseña maja. Ahora tengo que irme a la librería sí o sí, jajaja. Le tengo muchas ganas y estoy resistiendo, pero sé que al final caeré. Todo lo que cuentas me encanta.
ResponderEliminarBesos
Es mi actual lectura y me está gustando bastante, es entretenida y a pesar de su extensión no se hace larga. Totalmente de acuerdo contigo :-), novela muy recomendable.
ResponderEliminarBesos
Te leo en diagonal que la empiezo por fin el lunes. La tengo muchas ganas y sé que me gustará
ResponderEliminarEstoy en pleno juicio. Aunque empecé muy fuerte, con mis hijos aquí estoy mucho más ocupada y no avanzo al mismo ritmo. Fíjate, ayer ni lo toqué, me fui de compras todo el día y después de Berskas, Stradivarius y Zaras varios llegué agotada, me acosté a las 10.30, no te digo más.
ResponderEliminarCuando lo termine te leo detenidamente.
Besos
No te leo porque ando en plena lectura y espero terminarlo este finde porque el lunes acudiré a un encuentro con el autor.
ResponderEliminarBesos
Buenos días, chata.
ResponderEliminarPaso de puntillas porque la estoy leyendo ahora. Tan solo te digo que Ana es un personaje tremendo... Besos
Qué gran reseña, niña. Dan ganas de irse corriendo a por ella, y visto las opiniones que habéis ido dejando, no descarto hacerlo más pronto que tarde.
ResponderEliminarBesos.
Pues me parece que mi otro comentario, no ha salido... Te decía que magnifica reseña, que Ana es un personaje único y que también lo he pasado genial con este libro, nada que envidiar a los thriller jurídicos americanos y eso que nuestro sistema ofrece menos posibilidad de espectáculo...
ResponderEliminarUn beso guapa
Ana es todo un personaje. Un besote
ResponderEliminarUn personaje que sin duda tendré que conocer algún día, no me dejas otro remedio,
ResponderEliminarbesucus
Pues tenía ganas de leer una reseña sobre este libro, porque conozco a Roberto Santiago por sus libros infantiles y tenía curiosidad por saber qué tal con esta novela adulta. Me has convencido, tengo que leerla.
ResponderEliminar¡Un beso!
Todas las reseñas que he visto son positivas y me gusta lo que contáis, así que casi seguro que acabo por conocer a Ana yo también :-)
ResponderEliminarBesos.
Que ganazas tengo de leerlo. A ver si me hago con él, pero estoy demorándolo para no dejar todo lo demás por este jej Un beso ;)
ResponderEliminarCada vez tengo más ganas de leerla, os leo y me entra el ansia viva!! Jaja.
ResponderEliminarUn beso.
Otra reseña positiva, la he tenido en mis manos esta mañana en Carrefour no la he cogido porque después no iba para casa y es bastante voluminosa, pero después de leerte creo que ya no hay mas peros que ponerme, jejeje.
ResponderEliminarBesos
Hola Eyra!!
ResponderEliminarWooooow, qué gran reseña. Os leí un día en Twitter a ti, a Inés y a Laky. Vi que os estaba encantando y pensé que tendría que leerlo. Luego Inés me dijo que era Thriller judicial y que lo leyera... y fue entonces cuando dije que no había más que hablar.
Pues ahora mismo leyéndote no tengo ninguna duda de que sé que disfrutaré de esta lectura, ya que yo me muevo en el mundo judicial, así que en cuanto termine con la que estoy probablemente me ponga a ello.
Besossss :)
Leyéndoos por twitter vi que os tenía muy enganchadas y con tu reseña no dejas lugar a dudas de que es una gran lectura...a mí el tema jurídico también me parece muy interesante así que seguro que me animo en cuanto tenga hueco ;)
ResponderEliminarBesitos
El personaje me gusta pero la historia no me llama de forma especial
ResponderEliminarLo he terminado hoy mismo y me ha encantado. Probablemente el.mejor thriller judicial que he leido. Engancha, Ana es tremenda y jurídicamente es impecable
ResponderEliminarA mi este libro no me atrae demasiado, pero chica, tras leerte esta semana toda emocionada, ya no sé
ResponderEliminarBesos
Menuda reseña Ya por vuestros comentarios en twitter la esperaba, así que anota está ya. Esto no puede ser, cada día tengo más libros pendientes.
ResponderEliminarBesos
Viendo lo que te ha encantado tendré que tenerla muy en cuenta. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn beso ;)
En los casi dos meses que he estado apartado del blog no estuve atento a las novedades editoriales; tras mi vuelta, el primer título con el que me crucé fue precisamente «Ana». Tal como conocí los primeros detalles de la historia sentí la necesidad de leerla. Caerá, no tengo dudas. A ver si pronto aparece en el catálogo de Círculo de Lectores. ¡Saludos!
ResponderEliminarHe terminado esta mañana.Me ha encantado,es cierto que Ana es un personaje impresionante aunque me parece que el elenco de secundarios que la rodea también es muy bueno.Yo nunca he sido de libros de temática judicial y sin embargo este me ha encantado y creo que ya puedo adelantar que será una de mis lecturas top de este año.
ResponderEliminarFantástica reseña Eyra.
Un beso
La verdad es que no me quería dejar convencer, pero no paro de leer buenas opiniones y claro, así una no puede resistirse!
ResponderEliminarBesos
No me llamaba nada, pero al final me veo cambiando de opinión :-) Un besote!
ResponderEliminarUna reseña fantástica para una novelaza. Sigo con ella por falta de tiempo y por la obligación de sacar otras lecturas antes, además que el libro no es de bolsillo precisamente, jeje. Ana es alucinante, hay que conocerla.
ResponderEliminarBesos
Es una novela que me llama bastante la atención y me alegro que te haya gustado, pero no sé, no me termina de convencer que tenga tantas páginas...
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y el comentario. Una cosita: no publicaré comentarios que falten al respeto y tampoco aquellos que incluyan enlaces a otros blogs pidiendo seguimiento. Gracias a todos por colaborar!