La Guerra de las Dos Rosas. Amanecer, Conn Iggulden
septiembre 04, 2018Me apetecía muchísimo leer este libro después de haber disfrutado tanto con las tres entregas anteriores: Tormenta, Trinidad y Estirpe, así que no dudé un segundo en hacerle un hueco en cuanto lo tuve en mis manos. Una vez leído y disfrutado os traigo mis impresiones sobre esta novela que cierra esta magnífica tetralogía. Hoy os hablo de La Guerra de las Dos Rosas. Amanecer de Conn Iggulden.
Ficha técnica
Título: La Guerra de las Dos Rosas. Amanecer
Autor: Conn Iggulden Traductor: Gemma Deza y Miguel Alpuente Editorial: Duomo Ediciones Número de páginas: 567 ISBN: 9788416634606 PVP: 19,90 euros |
Sinopsis
El silencio caerá sobre Inglaterra. Porque un reino dividido es un reino perdido.
1470. El rey Eduardo ha sido expulsado de Inglaterra. Le espera un futuro incierto. Pero la ira y el orgullo son demasiado fuertes y el monarca luchará por lo que siente que es suyo.
Un trono por el que se vive o se muere.
Fuente: Duomo Ediciones
Impresiones
Casi una década después de la más cruenta batalla en la Historia de Inglaterra en la que Eduardo de York se erigió como rey del país, las aguas bajan convulsas en la isla. Eduardo junto con su inseparable hermano Ricardo lleva una vida de holganza dedicado a la bebida y las mujeres principalmente. Es un hombre de acción y los tiempos en los que no la tiene son para él su perdición.
En otro lugar de Inglaterra las cosas son bien distintas para Enrique, el otro aspirante al trono o rey depende de a quién preguntemos. Como sabemos por las entregas anteriores y por la Historia misma, es una persona débil, enfermiza y pusilánime que está completamete manejada y manipulada por la gente que le rodea: Derry Brewer, el conde de Warwick y su esposa Margarita de Anjou, exiliada a Francia desde donde pretende volver para luchar por el trono y defender así los intereses de su hijo, el príncipe de Gales, Eduardo de Lancaster.
Eduardo y Ricardo son acorralados por un ejército comandado por Warwick y el hermano de ambos Jorge, yerno del primero; no pueden huir por el norte y tampoco por el sur, no quedándoles otra opción que huir por mar a Flandes donde pedirán ayuda a Carlos de Borgoña, gran enemigo de Luis XI, monarca francés y primo de la reina Margarita.
Mientras los York y los Lancaster libran sus batallas por el poder y el trono, Enrique Tudor, un joven de catorce años emparentado con ambas casas, es liberado por su tío Jasper del castillo de Pembroke donde estaba cautivo custodiado por William Herbert.
Estas son las premisas con las que se inicia la nueva y última entrega de esta tetralogía que tan buenos ratos de lectura me ha hecho pasar. Soy de la opinión de que la Historia no basta con conocerla, hay que saber contarla, discriminar la ingente cantidad de datos de los que gozamos y componer con los que nos quedan una historia que atrape al lector y esto lo consigue Conn Iggulden en cada uno de los libros que componen esta saga. Las batallas, las estrategias, la composición de los ejércitos, en definitiva, el mundo bélico no es de mi agrado y el autor ha conseguido que llegue a interesarme.
Un narrador omnisciente será el que nos guíe por esta apasionante época histórica utilizando un lenguaje sencillo y conciso y un ritmo ágil con los que consigue una lectura fluida en la que no dejan de pasar cosas, con giros inesperados, situaciones límite y muchas sorpresas que me ha atrapado de principio a fin.
La ambientación, como en las otras novelas hermanas, es magnífica; el lector es perfectamente capaz de imaginarse en las habitaciones en las que se forjan los acuerdos y se preparan las traiciones, así como también puede situarse en el centro del campo de batalla mientras la lucha está teniendo lugar.
Los personajes que habitan estas páginas y protagonizan la historia no diferirán mucho de los que ya conocemos de las entregas anteriores: Derry Brewer, Margarita de Anjou, Enrique VI, Eduardo IV...no me voy a extender en ellos porque ya los analicé en mis reseñas anteriores pero sí que voy a hacer mención especial a los Ricardos, a saber Richard Neville, conde de Warwick y Ricardo de Gloucester, hermano de Eduardo IV. Son dos personajes fascinantes, sobre todo el segundo, que no han dejado de impresionarme y sorprenderme durante toda la novela.
El conde de Warwick es una persona, en mi opinión, muy voluble que define sus lealtades en base a sus intereses familiares; en un principio fue el principal apoyo de Eduardo en su lucha por el trono pero el matrimonio de este con Isabel Woodville empezó a resquebrajar esta amistad. Mujer ambiciosa donde las haya, intentará poner en puestos de poder a sus familiares y esto no agradará a Warwick, quien poco a poco cambiará su favor hacia el rey Enrique.
Ricardo de Gloucester, hermano de Eduardo IV, es un hombre sibilino, dotado de una gran inteligencia que maneja a las personas a su antojo de una manera muy sutil. Para mí ha sido apasionante ver cómo urdía sus planes, movía los hilos y, casi siempre, conseguía lo que se había propuesto; creo que es uno de los personajes que más me han gustado de toda la tetralogía.
La Guerra de las Dos Rosas. Amanecer es el punto final perfecto para esta maravillosa tetralogía que nos narra unos hechos históricos de capital importancia para el reino de Inglaterra. Con una ambientación magnífica, una trama sólida, personajes de ficción y reales que se mezclan y una prosa ágil y amena hacen de esta saga una de las imprescindibles para cualquier amante de la Historia y de la buena literatura. Me encantaría volver a leer al autor escribiendo sobre la casa Tudor que también promete ser de lo más interesante, cruzaré los dedos.
En otro lugar de Inglaterra las cosas son bien distintas para Enrique, el otro aspirante al trono o rey depende de a quién preguntemos. Como sabemos por las entregas anteriores y por la Historia misma, es una persona débil, enfermiza y pusilánime que está completamete manejada y manipulada por la gente que le rodea: Derry Brewer, el conde de Warwick y su esposa Margarita de Anjou, exiliada a Francia desde donde pretende volver para luchar por el trono y defender así los intereses de su hijo, el príncipe de Gales, Eduardo de Lancaster.
Eduardo y Ricardo son acorralados por un ejército comandado por Warwick y el hermano de ambos Jorge, yerno del primero; no pueden huir por el norte y tampoco por el sur, no quedándoles otra opción que huir por mar a Flandes donde pedirán ayuda a Carlos de Borgoña, gran enemigo de Luis XI, monarca francés y primo de la reina Margarita.
Mientras los York y los Lancaster libran sus batallas por el poder y el trono, Enrique Tudor, un joven de catorce años emparentado con ambas casas, es liberado por su tío Jasper del castillo de Pembroke donde estaba cautivo custodiado por William Herbert.
Estas son las premisas con las que se inicia la nueva y última entrega de esta tetralogía que tan buenos ratos de lectura me ha hecho pasar. Soy de la opinión de que la Historia no basta con conocerla, hay que saber contarla, discriminar la ingente cantidad de datos de los que gozamos y componer con los que nos quedan una historia que atrape al lector y esto lo consigue Conn Iggulden en cada uno de los libros que componen esta saga. Las batallas, las estrategias, la composición de los ejércitos, en definitiva, el mundo bélico no es de mi agrado y el autor ha conseguido que llegue a interesarme.
Un narrador omnisciente será el que nos guíe por esta apasionante época histórica utilizando un lenguaje sencillo y conciso y un ritmo ágil con los que consigue una lectura fluida en la que no dejan de pasar cosas, con giros inesperados, situaciones límite y muchas sorpresas que me ha atrapado de principio a fin.
La ambientación, como en las otras novelas hermanas, es magnífica; el lector es perfectamente capaz de imaginarse en las habitaciones en las que se forjan los acuerdos y se preparan las traiciones, así como también puede situarse en el centro del campo de batalla mientras la lucha está teniendo lugar.
Los personajes que habitan estas páginas y protagonizan la historia no diferirán mucho de los que ya conocemos de las entregas anteriores: Derry Brewer, Margarita de Anjou, Enrique VI, Eduardo IV...no me voy a extender en ellos porque ya los analicé en mis reseñas anteriores pero sí que voy a hacer mención especial a los Ricardos, a saber Richard Neville, conde de Warwick y Ricardo de Gloucester, hermano de Eduardo IV. Son dos personajes fascinantes, sobre todo el segundo, que no han dejado de impresionarme y sorprenderme durante toda la novela.
El conde de Warwick es una persona, en mi opinión, muy voluble que define sus lealtades en base a sus intereses familiares; en un principio fue el principal apoyo de Eduardo en su lucha por el trono pero el matrimonio de este con Isabel Woodville empezó a resquebrajar esta amistad. Mujer ambiciosa donde las haya, intentará poner en puestos de poder a sus familiares y esto no agradará a Warwick, quien poco a poco cambiará su favor hacia el rey Enrique.
Ricardo de Gloucester, hermano de Eduardo IV, es un hombre sibilino, dotado de una gran inteligencia que maneja a las personas a su antojo de una manera muy sutil. Para mí ha sido apasionante ver cómo urdía sus planes, movía los hilos y, casi siempre, conseguía lo que se había propuesto; creo que es uno de los personajes que más me han gustado de toda la tetralogía.
La Guerra de las Dos Rosas. Amanecer es el punto final perfecto para esta maravillosa tetralogía que nos narra unos hechos históricos de capital importancia para el reino de Inglaterra. Con una ambientación magnífica, una trama sólida, personajes de ficción y reales que se mezclan y una prosa ágil y amena hacen de esta saga una de las imprescindibles para cualquier amante de la Historia y de la buena literatura. Me encantaría volver a leer al autor escribiendo sobre la casa Tudor que también promete ser de lo más interesante, cruzaré los dedos.
Imagen tomada de Google |
19 comentarios
Lei el primero y me quedo claro que no son libros para mí. Así que no continué ni lo tengo previsto.
ResponderEliminarHabláis genial de esta saga y a mí me da muchísima envidia, pero es que el género me da pereza. A ver si algún día me quito la pereza y me animo ;)
ResponderEliminarBesitos
No me importaría leerla pero para invierno. Estoy vaguísima con la novela histórica, una pasada.
ResponderEliminarEstoy ya preparando la maleta literaria que me voy para tu pueblo, y no sé qué cosas voy a llevar...
Besos.
Esta saga ya se me ha quedado atrás y con tantas novedades tuve que descartarla, sí, es una pena, pero no se puede leer todo...
ResponderEliminarUn beso
Hola guapa!! No he leído las anteriores y es que este género lo pospongo siempre, aunque tarde o temprano alguna novela, si no es saga o serie, cae 😊
ResponderEliminarBesitos carinyet 💋💋💋
Pues si la histórica no me va y me cuesta la vida si me lo pones en cuatro veces ya es casi imposible para mí. Vamos, que me he perdido leyendo la reseña porque claro, tampoco sé de los otros tres. Lo que me gusta es que dices que lo bélico no te va tampoco pero que te lo ha vendido muy bien y que además ha sabido hacer la criba de datos que tan importante es.
ResponderEliminarSi fuera una sola me la podría plantear.
Besos
Tiene muy buena pinta y habláis muy bien de esta saga, pero dado todo lo que tengo pendiente de lectura y todos los volúmenes que la integran me da un poco de pereza, aunque nunca se sabe y quizás con el tiempo ... Besos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues tengo mucha curiosidad por esta saga, de hecho si no recuerdo mal el autor de Juego de tronos en parte se inspiró en esta historia para crear sus libros, y eso es un punto a favor de la saga :D
¡besos!
jejeje, a mí también me encantaría que ahora siguiese con los Tudor
ResponderEliminarTienes razón: la Historia hay que saber contarla y este autor sabe hacerlo perfectamente
Besos
La verdad es que esta saga se me quedó atrás y luego me dio pereza. Hoy la descarto. Es que no tengo tiempo para tanto y yo no creo que la disfrutara tanto...bueno ya sabes que estoy de atasco histórico.
ResponderEliminarBesos
Tengo leídas las dos primeras novelas, pero ahí me quedé y no tengo muy claro si continuar o no con la saga. Besos
ResponderEliminarLa leeré en algún momento por saber cómo termina, lo que pasa es que ahora mismo no me apetece nada la novela histórica
ResponderEliminarBesos
Seguro que disfrutaría de la saga pero no la empecé en su momento y ahora sí que no, imposible cargarme con más.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta esa época de la historia pero me da mucha pereza leer una serie más...
ResponderEliminarBesos
Lei el primero y aunque me gustó mucho no seguí leyendo las siguientes. A ver si le hago hueco en el futuro que este autor escribe muy bien la historia, un beso
ResponderEliminarMe apasiona esta época de la historia de Inglaterra, pero es que tengo otra trilogía pendiente en la estantería sobre el mismo tema, y por eso voy retrasando hacerme con esa tetralogía publicada por Duomo... Como me dé el arrebato lo mismo empiezo con esta y sigo dejando pendiente la otra. Ya veremos.
ResponderEliminar¡Besote!
Creo que todos lo que hemos leído esta tetralogia queremos que siga con los Tudor, yo voy a poner velas jajaja. Besos
ResponderEliminarHola guapa, a mí me encanta esta época. De hecho uno de mis trabajos para la clase de Historia Medieval fue sobre la Guerra de las dos Rosas... tengo que ponerme con ella en cuanto pueda.
ResponderEliminarMe da pena que sigan poniendo a Ricardo III como sibilino y malvado. Léete La hija del tiempo de Josephine Tey, si no lo has leído ya, para ver otra perspectiva. No es una novela histórica es más bien policiaca, pero trata sobre Ricardo III y la muerte de sus sobrinos.
Un besazo
Uf, no ho sé, los hechos históricos me llaman la atención, pero temo que la saga sea demasiado histórica para mí...
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y el comentario. Una cosita: no publicaré comentarios que falten al respeto y tampoco aquellos que incluyan enlaces a otros blogs pidiendo seguimiento. Gracias a todos por colaborar!