Fuente: Umbriel editores      

Martha y David Winter son un matrimonio bien avenido que reside en una preciosa casa en Somerset; una casa desde donde se divisa la naturaleza y se respira el aire fresco y puro del campo. Con ocasión del próximo cumpleaños de Martha deciden dar una fiesta e invitar a todos sus amigos del pueblo, pero ya desde el principio sabemos que no será una fiesta normal: habrá un anuncio importante.
Con esta premisa la autora consigue picarnos la curiosidad por saber qué tendrán que anunciar Martha y David y nos brindará un maravilloso viaje por la vida de esta familia.

David es un dibujante de éxito; es famoso por sus viñetas sobre las aventuras y travesuras de Wilbur, su perro, y su hija Daisy. Lamentablemente, con la vejez, sus manos no son lo que eran y cada vez le cuesta más trabajo poder cumplir los plazos de entrega que le impone el periódico.
Martha, por su parte, es el alma de la familia. También se dedicaba al dibujo, pero lo dejó todo cuando se casó con David para dedicarse por completo a su marido, sus hijos y el cuidado de su preciosa casa, Winterfold.
Bill, el mayor de los hijos del matrimonio, es el médico del pueblo. Casado en segundas nupcias con Karen, mucho más joven que él, es una persona dedicada a ayudar a los demás pero muy atado a sus costumbres y reacio al cambio. Tiene una hija de su anterior matrimonio, Lucy, una joven que hace sus pinitos en el mundo del periodismo aunque no es en realidad lo que quiere.
Daisy, la segunda de las hijas de Martha y David, es una mujer peculiar. Ya de pequeña vivía en su mundo, acompañada de su fiel amigo Wilbur, y bastante apartada de los niños de su edad. De adulta se dedicará a viajar por el mundo trabajando con una ONG. Cat, su hija, vive en París y se gana la vida trabajando en una floristería; para ella siempre es agradable volver a Winterfold, a su casa.
Por último conocemos a Florence, la hija pequeña del matrimonio; es una reputada historiadora del arte, especialista mundial en su campo y vive a caballo entre Florencia, donde ejerce como profesora en la universidad, y Londres adonde tiene que viajar para dar conferencias. Es una persona retraída, discreta y con bastante tendencia a obsesionarse y ver las cosas  como ella cree que son aunque a veces no son así en absoluto.

La novela se divide en cuatro partes que a su vez se dividen en capítulos cada uno de ellos titulado con el nombre de la persona sobre la que nos va a hablar el narrador omnisciente que estará a cargo de contar esta historia, aunque encontraremos algunos capítulos narrados por Daisy, una de nuestras protagonistas. Con una prosa fluida, sencilla y con un equilibrio entre narración y diálogos, la autora hace de esta una lectura muy agradable, yo diría que deliciosa. Pero no penséis que nos vamos a encontrar con una historia donde todo es de color rosa con el arcoíris de fondo porque no es así. Esta es una historia de pequeñas mentiras y medias verdades, de secretos que pugnan por salir a la luz, de las luces y sombras de todos y cada uno de los personajes que desfilan por sus páginas, encuentros y desencuentros del presente y del pasado porque la autora, aunque no con líneas temporales muy definidas sino al hilo de las reflexiones de los personajes, nos habla del presente pero también de la infancia de Bill, Daisy, Florence e incluso de David que sufrió los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y los años de la posguerra, señalando la fecha en la que ocurrieron los acontecimientos al inicio del capítulo correspondiente.

Le abrumaba pensar en todos aquellos fragmentos de porcelana familiar esparcidos por el suelo, y tenía la sensación de ser la única que quería empezar a juntar todas las piezas. 

Desde mi punto de vista, la autora quiere que conozcamos bien a los personajes de esta historia por lo que todos están perfectamente perfilados, incluso los secundarios, que los hay y muy buenos, de los que no os hablaré para no extenderme demasiado. Debido a esto creo que no ha querido recrearse excesivamente en la ambientación aunque esta no es en absoluto deficiente o inexistente. Seremos capaces de recrear en nuestra imaginación los ambientes en los que se mueve esta familia, sobre todo Winterfold, el hogar que es casi como un personaje más, los campos que la rodean, las calles de Londres después de los bombardeos...todo ello sin exageraciones ni excesos.

Un lugar para nosotros es una novela que me ha sorprendido gratamente. Una historia conmovedora, con unos personajes bien caracterizados y con los que es fácil empatizar y llegar a comprenderlos y un secreto que se nos irá desvelando poco a poco a través de la historia de vida de la familia Winter. Si os gustan las novelas con una historia sólida, las sagas familiares o simplemente disfrutar de una lectura interesante y agradable, esta novela es una buena opción para ello.