Carmen es una joven madre de tres hijos, las gemelas Tomía (Rosa María) y Cuyaya (Inmaculada) y su primogénito Josito, que vive encerrada en un matrimonio infeliz; las apariencias y sus hijos son lo único que la ata a José María, su marido y un reconocido médico en la Barcelona de los años 30.
Un buen día el destino hace que se cruce en un vagón de tren con Federico Escofet, un militar que cambiará su vida. Al poco tiempo vuelven a encontrarse y acaban totalmente enganchados en las redes del destino. ¿Se enfrentará Carmen a todo y a todos por su amor por Federico? Y Federico ¿qué será capaz de sacrificar por este amor?

Nos encontramos a principios de los años 30, en una sociedad dividida en dos bandos y agitada por temas políticos que desembocarán en la guerra civil iniciada en 1936. Las apariencias son lo más importante en esta sociedad regida por el qué dirán y en continua búsqueda de alguna señal que indique que no se ha hecho lo "correcto"; saber guardar las apariencias se convierte en una habilidad muy importante para la felicidad de los ciudadanos.
En un primer momento vamos a encontrar a una Carmen dubitativa, sin saber muy bien qué camino escoger ni cómo enfrentarse a los dictados de su corazón, sin embargo descubrirá un secreto que será el detonante que acabará con todas sus dudas. En el caso de Federico, todo es mucho más fácil por el simple hecho de que es un hombre en una sociedad dirigida por estos y en la que las consecuencias de determinadas acciones no son las mismas para hombres y mujeres. Aun estando en vigor la ley del divorcio de 1932, considerada progresista y uno de los primeros pasos para conseguir la igualdad de sexos, no era tan fácil tomar dicha decisión sin tener que enfrentarse después a la sociedad y sus rumores.

Después del amor narra la historia de amor de Carmen y Federico pero también nos habla del amor filial representada por la relación de Carmen con sus hijos y las decisiones que toma respecto a ellos; el amor fraternal también se encuentra muy presente en la narración encarnado en la relación  de Carmen con su hermana Mercedes que pasarán por situaciones que lo pondrán a prueba. Pero esta también es una historia de remordimientos, de traiciones y del poder que ejercían las convenciones sociales en la vida cotidiana de la época. Todo ello hace de esta una novela muy heterógenea en la que vamos a vivir una historia de amor pero también vamos a disfrutar de una novela de costumbres que refleja a su vez los hechos históricos acaecidos en el momento en el que se ambienta.

Con un estilo directo y sencillo, sin extenderse en largas explicaciones y dejando aflorar en su prosa las profundas emociones que, en mi opinión, sintió la autora cuando conoció esta historia, Sonsoles Ónega consigue que todas esas emociones lleguen al lector; es una novela profundamente emotiva aunque no penséis por esto que vamos a encontrar una historia de amor pastelosa de la que muchos huimos como si huyéramos de la peste porque no es así. La historia de Carmen y Federico y, como no podía ser de otra forma, de las personas que compartían su vida con ellos, es una historia dura, en ocasiones cruel; una historia de superación, de supervivencia, de decisiones y abandonos que calará hondo en nosotros, aun cuando no compartamos muchos de esos comportamientos como me ha ocurrido a mí con el personaje de Carmen.

Con el telón de fondo de una sociedad agitada por la política y la guerra, Después del amor relata una gran historia de amor entre dos personas capaces de sacrificar su vida individual, sobre todo Carmen, para conseguir una vida en común. Si gustáis de este tipo de historias esta es una buena opción ya que cuenta con todos los ingredientes para gustar y está escrita de una forma muy agradable de leer.

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Agradezco a la editorial el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.